•Capítulo 56: Aprender a perdonar•

15.5K 1.4K 1.2K
                                    

Estábamos a poco más de dos meses de terminar el año

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estábamos a poco más de dos meses de terminar el año... y yo quería que sucediera con mamá a salvo a mi lado. Habían sido días difíciles, y la extrañaba, la extrañaba muchísimo. Allí fue cuando entendí que no muchas veces apreciamos lo suficiente a ese ser que tanto amamos, que no nos damos cuenta de cuán importante puede llegar a ser y el impacto que tiene en nuestra vida hasta que nos encontramos en situaciones difíciles, situaciones en las que lo único que deseamos es que todo salga bien... es allí cuando realmente comenzamos a tomarle valor a ello. Tal vez es la desesperación del momento, tal vez es el miedo a perder a esa persona importante. Sea lo que sea, solo basta una milésima de segundo para que lo entendamos.

Y nos encontramos así, al borde de perderlo todo.

Andrew había estado haciéndome compañía este último par de días en el hospital. Tía Margaret, Sebas y mis amigos habían sido de gran apoyo, la mujer aún no se iba y ellos me llamaban apenas podían para saber cómo se encontraba todo.

Ya me sentía un poco más tranquila. Según el doctor, mamá estaba mejorando poco a poco y estaba teniendo una buena reacción hacia lo que le estaban aplicando, sin embargo, ella todavía no despertaba y eso era lo que más aterrada me tenía.

—¿Quieres algo para comer?

La voz de mi padre me hizo desviar la mirada hacia él. Negué con lentitud al verlo.

—No, gracias. Comí una barrita de cereal antes de venir.

Él asintió, dejando escapar un bajo suspiro de sus labios.

Abrí la boca con la intención de decir algo, pero fui interrumpida por el sonido de las reiteradas notificaciones en mi teléfono. Lo tomé entre mis manos para ver de quién se trataba y sonreí levemente al leer sus mensajes.

•Fastidioso
—Hey.
—Siento mucho no poder estar contigo hoy. :(
—Acabo de llegar a casa y ahora debo estudiar, tengo varios exámenes que presentar para postular a las universidades dentro de poco.
—Prometo mañana estar contigo.
—Por favor, avísame si ocurre algo, ¿sí? Te amo, Naranjita.

Respondí de inmediato.

•Emma•
—Hey, está todo bien, no te preocupes.
—Estudia tranquilo, yo te aviso si ocurre algo.
—También te amo

Tomé una bocanada de aire, echando mi cabeza hacia atrás para recargarla contra la blanca pared. Me encontraba preocupada debido a que los exámenes finales se acercaban y yo había perdido varias horas de clases que debía recuperar apenas esta tortura terminase. Mis calificaciones eran buenas, y, aunque todavía no tuviese del todo claro qué era lo que quería estudiar, sentía esa presión conmigo misma que me decía que debía esforzarme para poder postular a una, aún conservaba la esperanza de lograr decidir a último minuto. Sin embargo, hoy trataría de no agobiarme con eso... mi mente podía estar disponible para muchas cosas, pero en este momento no para estudiar.

The Library Of Our DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora