«Los libros pueden unir más que corazones».
Emma Harvey ha vivido rodeada de libros desde muy pequeña, de allí su gran afición y amor por la lectura. Es una adolescente sencilla que, como cualquier otra persona en este mundo, está trabajando por enc...
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•16 de enero•
«Ya deja de leer tanto»
«Te vas a quedar ciega»
«¿Otra vez te desvelaste leyendo?»
«Rarita, deja de oler el libro»
«¿Por qué haces referencias tan extrañas?»
«¿Tanto te emociona ir a una librería?»
«¿Por qué quieres más libros si aún no terminas de leer los que tienes?»
«¡Es una rama! ¡No una varita!»
«¿Tienes novios...? ¿Literarios?»
—Emma Elizabeth Harvey, ¿otra vez tirando los libros?
Oh, oh... Sí, éste es el momento en el que mi hermosa y alegre progenitora hace presencia.
Demonios, ¿por qué debo ser tan torpe?
Pobres bebés, ¡no quería tirarlos!
Al escuchar la voz de mamá mi cerebro reaccionó casi de inmediato, enviándole una orden a mi cuerpo. Rápidamente me agaché para recoger los libros que, gracias a mi torpeza, se habían caído de mis manos.
—Lo siento, mamá —Me disculpé, poniéndome de pie—. ¿Sabes? De alguien tuve que sacar lo torpe, ¡nací así!
Le regalé una pequeña sonrisa inocente y cerré los ojos, esperando algún regaño de su parte. Fruncí las cejas cuando no oí nada y decidí mirarla, volviendo a abrir los ojos poco a poco, ¿enfadada? No, definitivamente no lo estaba. Ella negó a la vez que soltaba una carcajada y se agachó para recoger un último libro que descansaba sobre el suelo.
—Está bien, no te culpo por tu torpeza —Respondió, blanqueando los ojos—. Sólo... Debes ser más cuidadosa, ¿sí?
—Como usted mande, jefa.
Reí por lo bajo y comencé a sacudir nuevamente los libros, poniéndolos en su lugar.
Mi madre... ¿Qué decir de esa fantástica mujer? Mamá me inculcó el hábito de la lectura desde muy pequeña. Y hoy, con mis diecisiete años de vida, agradezco infinitamente eso. Leer ha sido parte de mi vida desde... Básicamente desde que aprendí a leer. He vivido rodeada de libros desde que nací, mi madre es dueña de una biblioteca y trabaja en la edición de libros.
Porque ajá, mamá es una aficionada al igual que yo.
Ella siempre me ha dicho que la lectura es una forma de despejar tu mente, que te transporta a distintos países, mundos y universos, además de que te hace sentir cosas hermosamente inexplicables.
Desde reír por la locura de algún personaje, hasta llorar por la muerte de uno.
Y es verdad. Para mí la lectura lo es todo. Mi escape de la realidad, una manera de expresión... Simplemente es arte, y todos podemos ser artistas de nuestra propia obra, todos podemos ser pintores y trazar pequeñas líneas en nuestra vida.
