•Capítulo 45: Bajo la luz de las estrellas•

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—¿Cuándo usarías las luces intermitentes de advertencia de peligro?

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—¿Cuándo usarías las luces intermitentes de advertencia de peligro?

—Cuando el auto se averíe y esté obstruyendo el tránsito.

Asentí con orgullo al escuchar su respuesta. Sebas soltó un suspiro y recostó su cabeza sobre mi hombro, emitiendo un quejido por lo bajo. ¿Que qué hacíamos? Lo ayudaba a estudiar. Sí, en vacaciones. Hace unos días me había comentado acerca de su examen de conducir y yo estaba ayudándolo con las preguntas teóricas, estas últimas tardes las habíamos pasado así. Sabía cuán importante era para él pasar la prueba, era algo que llevaba esperando desde hacía muchísimo tiempo.

—¿Qué es lo que nunca deberías hacer en una bomba de bencina?

—Fumar —contestó, frotándose los ojos—. Naranjita, ya estoy cansado. ¿Una pausa?

—Vamos, Evans —lo animé— ¡Comenzamos hace poco!

—Una hora no es poco —se quejó.

—Lo es —continué, ignorando por completo su petición— ¿Qué es lo que hace una baja presión de aire en los neumáticos delanteros?

—Sentir la dirección más pesada —me quitó el cuadernillo de las manos, dejándolo sobre su regazo—. Es todo, suficiente por hoy, ¿sí? —tomó una de mis manos y entrelazó nuestros dedos— Gracias por ayudarme, pequeña.

—Ya verás que lo apruebas, confío en ti —dije muy segura— Cada vez estás más cerca de tu licencia. Me enorgulleces, muchacho —canturreé en tono divertido.

Él me regaló una de esas sonrisas que tanto me gustaban a mí, mirándome con dulzura. Después de eso no dijimos nada, sólo nos mantuvimos así, viéndonos el uno al otro por quién sabe cuánto tiempo. Aquel particular brillo en sus ojos me hipnotizó por completo, logrando acelerar los latidos de mi corazón en cuestión de segundos. Podrían pasar años y años, pero estaba segura de que jamás me cansaría de observarlos, eran algo realmente encantador.

Volví a la realidad cuando vi una mueca de angustia hacerse presente en su rostro. La boca del chico se entreabrió como si quisiera decir algo, pero luego la cerró.

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