Sigue siendo vida.

Prólogo

Iniciar una nueva vida en un país diferente es muy difícil, tienes que acostumbrarte a nuevas maneras de vivir, costumbres, sitios... tienes que familiarizarte con el nuevo ambiente, con su gente; es una medida de prevención, no es algo que haces porque quieres, sino, porque lo necesitas para poder sobrevivir en un entorno que no es el tuyo... Pero que está a punto de convertirse en propio.

Al principio dudas de si el nuevo entorno está hecho a tu medida, y con el tiempo te das cuenta que no, nunca nada está hecho a tu medida, tú te amoldas, cambias, te reinventas, renaces con tal de sentirte perteneciente de algún lugar. Claramente, enfrentar cambios es mucho más fácil si estás con la persona que amas -Que parece ser lo único realizado a tu medida- Todo es más llevadero si estás con ella y las nuevas experiencias, son sin duda, memorables.

Comprender la necesidad de conocer, disfrutar, visualizarse, se vuelve importante a medida que te das cuenta que estar ahí, justo en ese lugar, es lo que quieres para ti, es lo que quieres en tu vida, es lo que necesitas, y a veces, puedes simplemente no necesitarlo, pero lo quieres y querer satisfacer tu antojo ya lo convierte en una necesidad. Ahora solo imagina si cada mañana cuando despiertas, lo primero que vez al abrir tus ojos es al amor de tu vida entre las cobijas esperando a que tú te levantes primero y le digas "Buenos días, mi amor".

Este libro es la continuidad de la historia de amor que viven dos mujeres, historia que se verá afectada por los giros trascendentales a los que se enfrentarán cada una. Sin embargo, el amor es amor sin importar cómo, cuándo y de qué manera.

El amor, cuando es amor, siempre gana.

Calle y Poché le dan vida a esta historia.