Capítulo treinta y cinco: Lo sentí real

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POV CALLE.

Los Ángeles, California. Estados Unidos.

Estaba en la clínica esperando mi turno para unos exámenes médicos que debía hacerme, luego de mi suceso clínico, cada seis meses por rutina. Concentrada en las noticias de último minuto que estaban transmitiendo en el momento escuché que un avión comercial había sufrido un accidente y que el número de afectados superaba más del 50 por ciento totales de los pasajeros. Una noticia desastrosa.

"Los afectados serán trasladados al Hospital Central, en este momento están llegando las ambulancias..."

Decía la reportera. Un momento, yo estoy en el Hospital Central. Miré mi turno y faltaban aún más de 20 personas para que me atendieran. Joder, no quería estar aquí cuando toda esa castidad de heridos llegara. Esto sería un completo caos.

Al rato, una de las enfermeras nos informó que debido a la emergencia nos iban a reubicar de piso porque las ambulancias ya venían en camino y debían disponer de este espacio. Así fue, aunque un poco tarde, porque cuando estábamos a punto de subir al piso que nos habían indicado empezaron a entrar camilleros, enfermeros, médicos y no puedo describir lo que sentí cuando vi tanto caos, jamás en mi vida había visto una cantidad tan descomunal de heridos y digo "heridos" porque es la manera menos cruel de llamarlos... si esas personas sobrevivían a tan semejante accidente era un completo milagro.

El ascensor estaba colapsado, no se podía subir por ahí, entonces decidí que lo mejor y más rápido eran las escaleras, redireccioné mi camino hacia allá y...

"Mujer, 24 años aproximadamente, de nacionalidad Colombiana, RH O positivo, ha perdido mucha sangre, trauma craneoencefálico severo, pie izquierdo roto, permanece inconsciente..."

¿Eso que escuché fue realmente lo que escuché? o mejor, ¿eso que vi fue realmente lo que vi? No, no, así no... ¿A quién vi fue realmente a ella?

Entré en un bucle extraño de sensaciones, emociones y pensamientos. ¿Ella? No, ella no. ¿Qué hago? ¿Voy tras ella y las personas que la trajeron? ¿Voy y confirmo lo que yo creo que vi? ¿Ignoro lo que está pasando? ¿Le pregunto a alguien? ¡¿Qué putas está pasando?!

-Señorita debe subir lo más pronto posible. –Dijo una enfermera haciéndome volver en sí. –Seguirán llegando heridos y no puede estar aquí.

-¿A quién le puedo preguntar sobre los nombres de los afectados? –pregunté.

-Aún no han sacado la lista oficial. –Dijo. -¿Por qué, vio a alguien conocido?

Sí, sí, sí.

-No. –Respondí. –O sea, creo que sí, pero no, no puede ser, así que olvídelo. –Terminé por decir.

Subí al otro piso, sin poderme sacar ese suceso de la cabeza. ¿Era ella? Por supuesto que no.

Tiempo después, luego de haberme hecho mis exámenes, cuando ya me disponía a irme a la casa me enteré que el primer reporte médico ya había salido. Había mucha gente en el hospital, familiares, conocidos... y a juzgar por la cara de los médicos el panorama era bastante desalentador.

Una de las enfermeras leyó la lista de las personas que habían ingresado hasta el momento, era la oportunidad de confirmar todo lo que había visto, escuchaba atentamente cada nombre y veía como salían los familiares o conocidos desesperados a preguntar por la salud del herido.

"María José Garzón Guzmán, Colombia"

Sentí mareos, náuseas, dolor de cabeza, la piel se me erizó de punta a punta y el corazón me palpitaba con tanta fuerza como si se me quisiera salir.

Sigue siendo vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora