Capítulo diez: Temor(es)

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POV POCHÉ
Desperté cuando sentí a Daniela removerse en la cama, pero tenía cero ganas de levantarme, tenía demasiado sueño y quería dormir más, pero se me hacía difícil intentar dormir si mi novia no paraba de moverse de un lado a otro.

-Amor, buenos días. -Dijo acercándose a mí luego de un rato. -Despierta, ya es tarde.

-Voy a ir a trabajar más tarde. -Dije sin abrir los ojos.

- ¿Segura? -Preguntó.

Asentí y Calle no insistió más. Y creo que entendió que quería dormir porque dejó de hacer tanto ruido en la habitación.

Seguí disfrutando de mi sueño hasta que la sentí hablarme nuevamente.

-Mi amor, me voy. -Dijo con voz suave. -No alcancé a prepárate desayuno, en la cocina tienes cereal y leche. Te amo.

Calle se despidió de mí y dormí un rato más cuando la sentí salir de la casa.

Desperté luego de un tiempo, aún era temprano y había organizado mi agenda el día de hoy para empezar mis labores un poco más tarde, así que, tenía tiempo para seguir haciendo pereza en mi cama.

Revisé mis redes y respondí algunos mensajes que dejaban mis seguidores a diario, seguí a algunos y le comenté varios post's a otros. amaba hacer ese tipo de cosas, los sentía tan cerquita.

"Los amo cada día más, gracias por hacerme tan feliz"

-@Pochosaurus on Twitter.

Salí de la cama y coloqué algo de música mientras me bañaba, sentía mi energía recargada al mil. A veces es bueno dormir un poco más.

Cuando salí de la ducha, busqué ropa adecuada para un día de trabajo, no fue difícil la elección, el closet estaba perfectamente ordenado lo que suponía menos tiempo de búsqueda. Maquillé un poco mi rostro y peiné mi cabello.

Mientras tendía la cama, una hermosa nota escrita por mi novia llamó mi atención, dirigí mi mirada hacia su mesita de noche y la que yo le había escrito ya no estaba ahí, eso significaba un "la leí y ahora la tengo en mi cartera" de Daniela.

Leí la que me había escrito y no fue difícil comprender que era la respuesta a la que yo le había dejado la noche anterior. Sonreí al leerla y me sentí más feliz. Agradecí que me recordara tomar mis vitaminas, a veces soy muy despistada con mis medicamentos. Guardé la nota en mi mesita de noche y arreglé el bolso que llevaría hoy a la academia.

Bajé a la cocina y me preparé un poco de cereal y me tomé la vitamina antes de salir.

Hoy L.A se sentía más soleado, hacía un poco de viento y eso hacía el día más perfecto, el cielo estaba azul, y se respiraba tranquilidad en cualquier rincón. Llegué a la academia y no demoré mucho hasta llegar a mi oficina, Mabel ya había llegado. Me gustaba su puntualidad.

Mi secretaria se sentía muy apenada desde la vez que se filtró la información en los medios de comunicación de cuando estuve en la clínica, Calle le había pedido que esa información no saliera a la luz pública y aun así salió. Yo sé que no fue por ella y aunque haya sido así ya no importa. Ya pasó. Sin embargo, no paraba de disculparse por eso y, en ocasiones, fastidiaba un poco.

Lo primero que debía hacer hoy era redactar un informe del avance de la academia en el último mes, debía enviárselo a mis jefes y luego ellos me enviarían qué esperaban para el próximo mes. No fue difícil redactar el informe, era muy organizada y tenía claro qué se había hecho y qué no durante el último mes. Al finalizar el documento, anexé las metas que, como directora, quería alcanzar para los próximos meses dejando abierto un espacio a sugerencias o recomendaciones.

Sigue siendo vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora