Capítulo cuarenta y tres: Un paquete inesperado. (Pt 1 – Capítulos finales)
POV CALLE
Regresé a casa de mis padres después de varios meses, todo ahí seguía exactamente igual. Pretendía darles la sorpresa pero la sorprendida fui yo cuando toqué a la puerta y mi hermana salió a recibirme con globos. La sala estaba decorada como cuando se recibe a alguien que lleva un año sin poder comunicarse con su familia. Un gran cartel de "BIENVENIDA A CASA" atravesaba la sala de par en par.
Crucé miradas con mi padre, como queriéndole decir "no te guardas ni un secreto, ¿no?", pues era la única persona que sabía que llevaba varios días en Bogotá y que hoy regresaría a casa, sólo esperaba que no hubiese dicho qué estuve haciendo todos estos días.
-¡Qué alegría volverte a ver, hija! -Dijo mi mamá lanzándose sobre mí y rodeándome con sus brazos.
Me limité a corresponder su abrazo, no es que no quisiera decir nada, es que no podía. No esperaba nada de esto. Repito, la que venía a sorprender era yo y terminé siendo sorprendida.
-¡TE AMO! -Gritó mi hermana antes de también lanzarse sobre mí. Casi nos caemos.
-¡Juli, cuidado! -Dije en medio de una risa. -¡Yo también te amo! Los extrañé tanto.
De repente, estábamos compartiendo un abrazo familiar en la mitad de la sala. por primera vez en tantos meses me sentí en la obligación de agradecer por todo lo bueno que me estaba pasado. Y por "todo lo bueno" me refiero a mi familia y mi Poché.
Hablamos durante un largo rato en la sala, les conté, o mejor dicho, les mentí sobre lo que había venido a hacer a Bogotá, les dije que se trataba de un posible proyecto para grabar una novela. Como mi papá sí sabía la verdad, de vez en cuando me miraba y dejaba escapar una risa sarcástica a la que yo claramente le correspondía en los mismos términos. No es que no quisiera que mi mamá y mi hermana se enteraran de la verdad, no tengo problema con eso, pero no creía prudente contarlo ahora, primero porque Poché había sido muy clara con querer tener "lo nuestro" en secreto y Juliana y ella son amigas y dudo mucho que si se entera, no diga nada, y segundo, porque muy a pesar de que Poché "nos haya dado una oportunidad", como ella dice, no la notaba muy convencida de haberlo hecho. Y a decir verdad, no quería hacerme expectativas porque no estaba segura de nada.
Por lo pronto era mejor así.
-De la novela no les puedo contar mucho. -Dije. -Ya saben, contrato de confidencialidad.
-No importa, hija. -Mencionó mi madre. -En todo caso, me alegra mucho tenerte nuevamente por aquí. Ojalá no te vayas nunca más.
-¿Tan mala compañía soy para ti? -Intervino Juli dirigiéndose a ella.
Mamá rió y le dio un corto beso en la frente.
-¡Jamás! -Respondió mamá.
Al parecer las diferencias entre este par de mujeres habían quedado en el pasado. Cosa que me alegraba y agradecía. Nunca estuve de acuerdo con esos rencores familiares. Los rencores nunca suman pero siempre restan.
-Imagino que estás cansada del viaje. -Dijo papá. -¿No quieres descansar un poco?
<<Te odio pero te amo>> pensé. Mi mamá y mi hermana estaban convencidas de que yo acababa de llegar de L.A y mi papá, como siempre, era el cómplice perfecto.
-Sí. -Respondí. -Estuvo algo cansado el viaje.
-Tu hermana y yo hemos arreglado una habitación para ti. -Dijo mi mamá.
-¿Cómo? -Pregunté. -¿Ya no me toca compartir habitación con la señorita Juliana? -Completé de manera sarcástica.
-Para mi fortuna, no. -Respondió Juliana también sarcásticamente.
ESTÁS LEYENDO
Sigue siendo vida.
FanficCalle y Poché se enfrentan a su nueva vida en Los Ángeles, llevando a cabo proyectos diferentes que, a su vez, en un futuro, pueden unirse. Pero no todo es fácil, la posibilidad latente de tener que regresar a su país de origen está presente luego...