Capítulo veintiocho: Cerrando ciclos

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POV POCHÉ.

Los Ángeles, California.

Acababa de llegar a L.A después de haber viajado toda la noche, por aquí parecía no haber pasado absolutamente nada, de hecho, en mi mente aún tenía la idea de que venía de Colombia y continuaría con mi vida normal, con la vida que había decidido vivir al lado de Daniela, pero la realidad era otra, venía a dejar esta vida atrás y a guardar los lindos recuerdos que me llevo de esta hermosa ciudad que me abrió sus puertas y en las que viví durante varios años.

Estaba en el aeropuerto terminando de hacer todo el proceso de migración, necesitaba decidir a dónde iría primero, si a la casa o a la academia, al final decidí que sería mejor la academia. No me sentía lista para estar en la casa sabiendo que Daniela no iba a estar ahí para recibirme. Así que cuando salí del aeropuerto, tomé un taxi directo a mi oficina, durante el recorrido, no puedo negar que pasearme por estas calles generaba en mí una profunda nostalgia.

Cuando llegué a la academia pude notar como todos se sorprendieron por mi llegada, era de esperarse, no avisé que llegaría hoy. Me reuní con mi secretaria y me puso al tanto de todo lo que había ocurrido durante mi ausencia, tenía mil reuniones por programar con algunos directores de otras academias, la escuchaba atentamente mientras pensaba en cómo podía hacer para poder cumplir con esas reuniones antes de mi renuncia. Podría parecer fácil, yo podía simplemente asistir a esas reuniones y renunciar después, pero eso suponía que debía quedarme aquí por varios días y yo no quería seguir aquí.

-¿Para cuándo las quiere programar? –Preguntó Mabel mientras yo seguía perdida en mis pensamientos.

-Voy a renunciar. –Respondí luego de un rato.

-¿Perdón? –Preguntó dudosa mi asistente.

-Sí. –Dije. –Voy a renunciar, regresaré a Colombia.

-Pero... ¿Ya es una decisión tomada?

-Sí. –Contesté. –Así que no sé qué haremos con esas reuniones. Enviaré la renuncia hoy en cuanto la termine de redactar.

-¿Puedo preguntar por qué?

-¿Por qué, qué? –Repliqué.

-¿Por qué va renunciar?

-Porqué regresaré a Colombia. –Dije. –Quiero pasar más tiempo con mi familia.

Mabel no se notaba muy convencida con mi argumento, pero eso era lo que menos me preocupaba, empezando porque yo no debía darle explicaciones a ella y si mi argumento la convencía o no, no era problema mío.

-Quiero que me programes una reunión con todos–Dije luego. –En la sala de juntas puede ser, donde quieras, pero necesito que estén todos.

Mabel asintió y salió de mi oficina.

Saqué mi computador de una de las maletas y continué redactando la carta de renuncia que había iniciado en el avión, la verdad, no decía mucho más que me retiraba de la academia por "asuntos personales" y que agradecía el tiempo que me permitieron brindarle a esta institución. Cada frase que tecleaba me generaba mucha nostalgia, le terminé, la leí por última vez, la imprimí y la firmé.

Respiré profundo y me quedé inmóvil por un momento procesando cada cosa que había sucedido hasta el día de hoy, recordé la primera vez que entré a esta oficina y como poco a poco la fui convirtiendo en otro hogar para mí, recordé también, mis primeras reuniones como la directora de una de las sedes de la academia de baile más importante de Latinoamérica y con un crecimiento impresionante en Norteamérica, evocaba muchísimos recuerdos con mis compañeros y compañeras, con mis jefes... y ¿Por qué no? Con Daniela también. Decidí no centrar mis pensamientos en algo diferente a lo que vine a hacer: A cerrar este ciclo de mi vida, a dejar a una María José aquí y a empezar a redescubrirme de otra manera y en otro lugar.

Sigue siendo vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora