Sigue siendo vida.

Capítulo trece: Mamá

POV CALLE.

La luz del día que penetraba la habitación me hizo despertar de golpe. Sonreí al ver a mi hermosa novia completamente desnuda, recordé lo que había pasado la noche anterior, Poché me había regalado el mejor sexo de mi vida y aunque jamás lo habíamos hecho como lo hicimos no tenía ninguna duda de que lo quería repetir una y otra vez.

Me quedé un rato contemplando a María José mientras mi mente reproducía cada segundo de lo que pasó anoche, los aceites de sabores, la habitación perfumada, la lencería negra de ella, los consoladores... Para mí, fue una experiencia totalmente nueva, y, a decir verdad, divertida. Jamás me imaginé que en algún momento ella y yo usaríamos ese tipo de juguetes durante la intimidad, siempre he sentido que nada nos hace falta cuando nos hacemos el amor, y no intento decir que, de ahora en adelante, nos harán falta consoladores y estimulantes para lograr un buen orgasmo, pero de vez en cuando es bueno experimentar cosas nuevas.

Poché despertó sobresaltada, creo que estaba teniendo pesadillas o algo así.

- ¿Qué hora es? –Preguntó somnolienta.

Tomé mi móvil de la mesita de noche y lo encendí para poder ver la hora.

-Ocho y treinta y siete. –Respondí. - ¿Por qué, amor?

Usualmente, a esta hora ya ambas estábamos realizando nuestras actividades, pero yo entraría a grabar a las once de la mañana y tenía permiso para faltar a clases.

- ¿Qué haces aquí todavía? –Preguntó Poché.

-Tengo permiso para no asistir a clases. –Respondí. –Inicio grabaciones a las once.

- ¿Hace cuánto despertaste? - Preguntó.

Esto parecía un interrogatorio mañanero.

-No hace mucho. –Respondí. - ¿A qué hora vas para la academia? –Pregunté.

-Ya debería estar allá. –Respondió.

Poché salió de la cama y se dirigió a la ducha, yo bajé hasta la cocina y aproveché para hacernos desayuno a ambas. Preparé un par de sándwiches con jugo de naranja y cuando subí ya Poché estaba por salir del baño.

Encendí el televisor y estaban transmitiendo algunas noticias de último minuto, a Poché siempre le ha gustado estar al tanto de todo lo que sucede así que dejé la transmisión.

- ¡Uy! –Expresó mi chica saliendo del baño. –Hace mucho no me traían desayuno a la cama. –Dijo acercándose a mí.

-Lo mereces. –Respondí dándole un corto beso en los labios.

-Voy a vestirme. –Dijo. –Espérame para desayunar juntas, amor.

Asentí y seguí concentrada en las noticias mientras Poché regresaba. Según lo que podía escuchar, estos días serían algo lluviosos en L.A así que sería mejor estar preparados para cualquier eventualidad con el clima.

- ¿Estás escuchando las noticias? –Pregunté cuando vi a Poché regresar a la habitación. –Lluvias fuertes todos estos días.

-Sí, hay que salir preparadas. –Dijo. –En especial tú que estos días estarás grabando.

Seguí recostada en la cama mientras mi novia terminaba de arreglarse, revisaba mis redes e intercambiaba mensajes con mi papá y mi hermana, me alegraba mucho que todo con ellos estuviese bien, Juliana por fin estaba a punto de terminar sus estudios y próximamente abriría una empresa de la que aún no tengo mucha claridad cuál será su funcionalidad, por su parte, papá estaba nominado a empresario internacional del año en unos premios que se hacen anualmente en el medio de los negocios. No hay palabras para expresar lo orgullosa que estoy de ellos.