🌺𝐛𝐚𝐝 𝐠𝐢𝐫𝐥.

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B U G H E A D👑
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Eran como eso de las 12 de la mañana, todo estaba a oscuras en la ciudad de Riverdale, todos dormían en sus hogares, soñando con cosas varias y la noche afuera del Pembrooke era solitaria y tranquila hasta que una chica con cabello dorado y peligrosa miró el lugar con una maliciosa sonrisa.

— Voy por ti, huevo de Glamerge. —la rubia murmuró para sí misma, con su plan en mente y listo para ser llevado a cabo.

Betty se pasó la lengua por los labios, imaginándose lo rica que ese objeto costoso la haría, y sin perder más tiempo comenzó a caminar hacia la puerta trasera.

Sus habilidades en gimnasia y artes marciales, y su cuerpo estéticamente pequeño y ágil, fueron lo que le permitieron trepar hasta el quinto piso del Pembrooke y romper una ventana, siendo experta en no despertar a nadie con el ruido.

La joven rebelde sonrió cuando entró, caminando a paso firme y callado por la lujosa alfombra del despacho de Hiram Lodge hasta llegar a lo que tanto quería, el famosísimo huevo de Glamerge que la haría asquerosamente rica.

— Ven con mami, bebé. —la rubia dijo en un tono ansioso y tomó el huevo rápidamente, pero lamentablemente la chica olvidó un pequeño pero importante detalle y eso era la seguridad.

Así que tan pronto como tomo el objeto, una alarma potente comenzó a sonar, hiriendo sus tímpanos y alentándola a correr y desaparecer de ahí.

— ¡Alto ahí, ladrón! —el grito de Hiram Lodge y varios hombres armados entrando por la puerta, la hicieron paralizar.

— Mierda. —la chica rechinó los dientes cuando un policía la agarró bruscamente por las muñecas y la apresó contra el escritorio.

Las luces enseguida se encendieron, dejando ver a todos que ese "ladrón" no era nada más, ni nada menos que una hermosa chica.

— Ella. —Hiram acusó. — Ella es quien se ha metido a robar estas últimas semanas, lo sé. ¡Arréstenla!

— No es mi culpa que seas rico, papi. —la chica dijo con una risa cínica, provocando que el hombre aplicará más fuerza en su agarre, lastimándola. 

— ¡Hey! ¿Pero qué carajo estás haciendo? —una voz masculina se quejó, terriblemente furiosa.

— Estoy apresando a esta ladrona. —espetó el policía obvio.

— No, estás lastimando a una... —él se acercó para poder mirarla y solo encontró una dulce pero peligrosa mirada verdosa. — Una niña.

— Sí, una niña, oficial. —la rubia rió a carcajadas. — Una niña que ha despertado a cierto... Amigo suyo.

El chico desvió la mirada de inmediato, caminando hacia los Lodge y dejando a la chica reír sola.

— Hay que llevarla a la comisaría. —el policía afirmó, jalándola algo brusco, de los brazos.

— Alto ahí, Heralickel. —ordenó el chico castaño. — No tienes que lastimarla de esa forma, aún es una niña.

— Esta niña sabría hacer cómo hacerte gemir utilizando solo la lengua. —con descaro y risas, la rubia volvió a soltar.

— Escucha, jovencita. —el chico le habló, dando una orden para que él fuera quien la tuviera sujeta con las esposas. — Voy a llevarte a la comisaría y luego llamarás a tus padres para sacarte de ahí e irás a casa a dormir.

— Yo duermo cuando quiero, como quiero y con quién quiero. —dijo la chica sin mucha importancia.

— Tienes que aprender a comportarte. —dijo firmemente el oficial, harto de su comportamiento.

𝗪𝗘'𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗡𝗘𝗥𝗦 ||𝐁𝐮𝐠𝐡𝐞𝐚𝐝 & 𝐒𝐩𝐫𝐨𝐮𝐬𝐞𝐡𝐚𝐫𝐭||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora