𝗪𝗘'𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗡𝗘𝗥𝗦 ||𝐁𝐮𝐠𝐡𝐞𝐚𝐝 & 𝐒𝐩𝐫𝐨𝐮𝐬𝐞𝐡𝐚𝐫𝐭||

🌺𝐬𝐚𝐲 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐦𝐞.

S P R O U S E H A R T 💞
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Era un día nublado y lluvioso en el mundo mágico, para ser más precisa en Escocia, en donde se encontraba el colegio de magia y hechicería; Hogwarts. Ahí todos los magos y brujas asistían a clases cada primero de Septiembre desde que cumplían 11 y finalizaban sus clases a los 17 años.

Sí, eran 7 años para poder saber utilizar sus varitas y la magia, para bien.

Y allí en Hogwarts se encontraba una joven bruja de ojos verdosos, cabellos rubios y piel pálida llamada Lili. Hija de los Reinhart, los cuales eran una pareja de magos de sangre pura que trabajaban escribiendo para El Profeta.

Lili, como toda pequeña niña bruja, había ido al callejón Diagon a los 11 años cumplidos, por sus útiles y túnicas. Y también, fue en "Ollivanders" en donde adquirió su varita. Hecha de palisandro, con un núcleo de pelo de Veela, 24 centímetros y flexible. Aquella fue quien la escogió.

Después, el 1 de Septiembre una pequeña Lili había sido colocada en la casa de las águilas. Una digna Ravenclaw por el sombrero seleccionador, quien consideró enviarla a Slytherin por un breve momento pero su inteligencia era más fuerte que su ambición.

Desde entonces era una bruja muy inteligente y que formaba parte de la casa Ravenclaw.

Ahora, ya con 16 años de edad, se encontraba en el suelo estrellado de su sala común adornada con colores azul y bronce que tanto le encantaban, por el mero hecho de que la hacían sentir como en casa.

Leyendo un libro para el próximo examen de Aritmancia, el cual no quería reprobar. Mordía su labio ansiosa mientras mechones de su cabello caían sobre su rostro, hasta que lograron distraer toda su concentración.

— ¡Lili!

La chica escuchó que la llamaban, pero ni siquiera alzó la cabeza un poco, sin importarle que dijeran su nombre.

— ¡Vamos, Reinhart! —la chica de cabello negrizo la movió un poco, para que le prestara atención. — Te estoy hablando.

— ¿Qué quieres, Crystel? —Lili se quejó, girándose para mirar a su compañera Crystel Ferrau que tanto lograba colmarle la paciencia.

— Hora de bajar al gran comedor. —bufó descontenta, con su chillona voz. — Como sea, si no quieres comer y morirte por desnutrición... Allá tú.

Y la chica de cabello negro salió de ahí por la puerta directo hacia el gran comedor, mientras Lili se quedaba con las palabras en la boca.

— No tengo hambre. —aseguró con un suspiro, disponiéndose a retomar su lectura pero entonces el sonido de sus tripas le confirmó lo contrario haciéndola soltar un resoplido. — Ya qué.

Levantándose del suelo, se colocó sus zapatos negros de tacón alto y entonces dejó el libro en el estante. Dejando la sala común color azul.

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— Hey, Lil. —una chica rubia con corbata roja y libros en el antebrazo la saludó con una gran sonrisa que se consideraba típica de ella.

Debby Ryan; hija única de los Ryan que eran actuales jugadores de Quidditch. Era Gryffindor y era bastante testaruda. Lili y ella se habían conocido en clase de herbólogia en segundo año.

— Hola, Debby. —Lili saludó a la chica de Gryffindor, devolviéndole la sonrisa y agitando su mano, mientras se dirigía hacia la mesa de Ravenclaw.

— ¿Algo para hacer hoy? —preguntó Debby, sentándose frente a ella sin preguntar y tomando una rebanada de pan.

— Planeo estudiar, creo. —contestó Lili, tomando la primera manzana de color rojo que su mano halló.