🌺𝐮𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬

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Después de tantos misterios, tragedias, muertes, universos paralelos y miles de historias alternas, creo que es un buen momento para relajarse un poco y volver a los viejos tiempos en donde todavía no habían padres que asesinaran a sus propios hijos, enmascarados, juegos diabólicos, un culto de ricachones mimados, cintas perturbadoras acerca de sexo, muerte y fetiches extraños; poderes sobrenaturales y viajes en el tiempo. Y sobre todo, y mucho más importante aunque fuera difícil de creer, donde todavía no existía aquel beso traicionero que terminó con muchas cosas a su pasó.

Así que era un Martes nublado en el tranquilo, -o al menos por ahora-, pueblo de Riverdale, cuando la energética Betty Cooper cruzó la puerta del salón del periódico estudiantil de Riverdale nombrado "Blue & Gold".

- Oh, ¡Jughead! -la rubia se llevó una mano al pecho en cuanto miró al rebelde y misterioso joven Jones de pie, parado frente al escritorio mientras observaba con atención su amplio tablero de investigación. - Pensé que era la única persona lo suficientemente loca o aburrida como para llegar aquí al menos dos horas antes de que empiecen las clases.

- Lo lamento, Cooper, no quería asustarte. -fue lo primero que salió de la boca de Jughead. - Y eso que dijiste no sé si me halaga o me ofende. -rió.

- No, no, no, yo no quise-

- Tranquila. -Jughead la tranquilizó con una sonrisa divertida en su rostro, pues parecía ser que le divertía la manera tan adorable en la que se disculpaba. - Estoy bromeando. Nada de ti podría ofenderme porque, de hecho, eres la chica más amable que conozco... Tan amable incluso con alguien que es acusado por un montón de imbéciles de asesinar a Jason Blossom.

- Sé que no lo hiciste tú. -Betty dijo con seguridad en sus palabras. - Te conozco desde... Los cuatro años al menos y no serías capaz de cometer un acto tan malévolo.

- No sé si malévolo sea la palabra considerando que Riverdale acaba de convertirse en una versión menos retorcida de Derry Maine. -se burló. - Yo creo que más bien es... Tétrico. Sin embargo aprecio tus pensamientos sobre mí. -sonrió.

Y por primera vez desde que habían crecido, Betty pudo observar una sonrisa sincera de parte de aquel chico rebelde de ojos azules y extraño gorro. La cual no era como las que solía dedicar a Archie, los profesofes, o los atletas que solían molestarlo muy seguido. No era una sonrisa burlona, ególatra o con sarcasmo como las que Jughead soltaba a medio mundo, no, esta sonrisa era distinta... Era para ella.

Y sí, era porque en el mismo universo... Pero en un futuro, Betty podía estar casi segura de que esa linda sonrisa de la que se había enamorado por cuatro malditos años... Ya no era para ella. Era para una hermosa chica de cabello castaño llamada Tabitha Tate.

- Así que... Te vas a casar, eh. -un Jughead adulto comentó a la rubia que tenía en frente al notar el pequeño, pero lindo, anillo de compromiso que se posaba en su dedo anular.

- Sí. -Betty asintió con una sonrisa pequeña, mostrando su anillo para que lo pudiera observar mejor. - Archie me lo pidió si lograbamos salvar Riverdale y destruir el cometa Bailey. -contestó. - Joder, eso suena como algo demente.

- Demente es mi adjetivo favorito para describir Riverdale. -Jughead bromeó, causando una risa sincera en Betty. - Hace mucho no te escuchaba reír... Y de verdad lo extrañé.

- Tienes razón. -Betty concordó, algo desorientada por haberse percatado de aquel detalle del que hace unos minutos ni siquiera tenía idea. - Supongo que con todo esto de los poderes y el cometa y el FBI no he tenido mucho tiempo para reír. Además eres una de las pocas personas que tiene ese efecto en mí.

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𝗪𝗘'𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗡𝗘𝗥𝗦 ||𝐁𝐮𝐠𝐡𝐞𝐚𝐝 & 𝐒𝐩𝐫𝐨𝐮𝐬𝐞𝐡𝐚𝐫𝐭||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora