🌺𝐢'𝐯𝐞 𝐦𝐢𝐬𝐬𝐞𝐝 𝐲𝐨𝐮 𝐚𝐥𝐥 𝐭𝐡𝐢𝐬 𝐭𝐢𝐦𝐞.

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B U G H E A D 👑
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Betty se había quedado hasta tarde despierta, trabajando en la oficina como loca, pues su trabajo como periodista de Riverdale no era nada fácil. Había estado un tiempo trabajando en New York, pero después de haber triunfado y volverse la periodista más codiciada, había regresado un momento a su amado pueblo.

Queriendo brindarle a su hija menor una vida más calmada, pero al parecer olvidaba que Riverdale era el peor pueblo para habitar.

Ahora, en la espaciosa casa que estaba cerca de su vieja casa, se encontraba completamente dormida en la gran cama.

— Mami... —su hija más pequeña, de tan solo 6 años, entró por la puerta de su habitación tranquilamente. Estaba planeando despertarla, pero luego recordó lo mucho que trabajaba. — Mejor descansa. —sonrió, tapándola mejor y dándole un beso en la mejilla, para después salir por la puerta.

— Hola, pequeñita. —su hermano mayor, aunque no por tantos años, la saludó ahí parado frente a ella. Él solo tenía 3 años más. — ¿Qué pasa?

— Mami sigue dormida. —la niña rubia se encogió de hombros. — Y quería despertarla, pero es que se veía muy agotada y mejor la dejé dormir.

El niño de cabello castaño iba a contestar, pero la breve charla entre ambos hermanos se vio interrumpida de inmediato.

— ¡Me quedé dormida! —Betty gritó, mirando la hora y rápidamente se levantó de la cama, caminando descalza por el piso laminado y abriendo la puerta. — Mia, James. Escuela. Ahora.

Ordenó, tomando a la pequeña rubia y cargándola, llevándola dentro de la habitación para poder colocarle su uniforme. Y después de todo ese proceso, Mia solamente reía ante la prisa que tenía su madre por peinar su cabello en dos coletas.

— ¿Qué te causa tanta risa, pequeña? —Betty preguntó dulcemente a su hija, aún sosteniendo una liga entre sus dientes mientras cepillaba su cabello, tratando de apresurarse en hacerle perfectas coletas.

— Lo siento, no puedo evitar reírme. —rió. — Es el primer día de clases y te quedaste dormida.

— Lo sé, mi niña, perdón. No vuelve a suceder. —prometió una somnolienta Betty, terminando sus coletas. — Listo. Ahora ve con James a desayunar en lo que yo me visto, ¿está bien? Salimos en 5 minutos.

Mia asintió con una sonrisita, saliendo por la puerta mientras tarareaba una canción que había escuchado anteriormente por su madre. Y Betty aprovechó para cepillarse el cabello con prisa, vestirse con lo primero decente que encontró y salió de su habitación a tropezones, poniéndose zapatos.

— Estamos listos, mami. —James sonrió, causando una sonrisa en Betty llena de amor al ver a sus hijos.

— Entonces vámonos ya que se nos hace más tarde de lo que ya es. —dijo Betty, tomando las llaves del auto y de la casa, tomó los almuerzos de ambos y se colgó las dos mochilas en su hombro.

Ambos hermanos salieron por la puerta, mientras Betty cerraba como podía, pues sus manos estaban ocupadas por completo. Pero igual se las ingenió y abrió la cajuela, colocando las mochilas pesadas dentro, lo cerró y abrió la puerta trasera; para que Mia y James se adentrarán de inmediato. Colocó cinturones de seguridad, abrió la otra puerta y entró al auto.

— ¿Ya listos? —preguntó, checando que todo estuviera en orden. Sus hijos asintieron con la cabeza. — Vámonos.

Y dicho esto último, arrancó hacia el preescolar de Riverdale, algo estresada por todo lo que tenía que hacer. Pues después de haber dejado a los niños en la escuela, tenía que ir al gimnasio, regresar a casa y ducharse y vestirse, para irse al trabajo. 

𝗪𝗘'𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗡𝗘𝗥𝗦 ||𝐁𝐮𝐠𝐡𝐞𝐚𝐝 & 𝐒𝐩𝐫𝐨𝐮𝐬𝐞𝐡𝐚𝐫𝐭||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora