Bajaron del auto, se despidieron de Mota y colgaron la llamada con Lía. Checaron sus boletos, y entraron. Fueron a sus respectivos asientos y esperaron a que el concierto comenzara.
En ese tiempo de espera, se pusieron a cantar las canciones de la banda, desde Grabado en Madera hasta la edición especial de Balas Perdidas, una y otra y otra vez.
De repente, las luces se apagaron de golpe y los gritos de las fans retumbaban en todo ese lugar.
Cuando Morat empezó a sonar, la vida despertó. Anyi y Dian gritaban, cantaban, bailaban y saltaban mientras que L de vez en cuando pegaba gritos y solamente cantaba las canciones que se sabía y que le gustaban.
El concierto estaba a poco tiempo de acabar cuando L se acordó.
— ¡Dian, las rosas!
— Sí, pero ¿y si no alcanzo?
— ¡Claro que lo harás!— después de decir eso, L lanzó las rosas que eran para Simón e Isa.
— ¡¿Y si le pego a uno de ellos y arruino lo que queda del concierto?!— a veces podía ser un poco dramática.
—¿QUIERES LANZARLAS, O NO?
— ¡Después de arrepentirás, Dian!— al decir eso, Anyara lanzó la rosa que era para Martín, y cayó en uno de los tambores de la batería.
— Está bien.
Dian concentró todas sus fuerzas en el brazo derecho, lo estiró hasta atrás con la rosa en mano y... voló, aunque no solo la rosa, sino que también el anillo que Dian tenía puesto, un anillo de color negro, con gran valor sentimental para ella.
— ¡¡MI ANILLO!!— exclamó.
— ¿Tu anillo?— inquirió Anyara, confusa por la repentina exclamación de su amiga.
— ¡Sí, se zafó de mi dedo!
— ¡Y eso qué importa! Ya te he dicho lo que pienso de ese anillo. Es lo mejor.
— Yo te ayudaré a buscarlo, Dian— dijo Anyara.
— ¡ANYI! ¡Hablamos del anillo del maldito desgraciado!
— Aaah, entonces disculpa, Dian. No te ayudaré. Déjalo ir.
En esos momentos, Morat estaba terminando de tocar su última canción de la noche, de esa hermosa gira, y Dian se dispuso a ir a buscar su anillo.
— ¿DIAN, A DÓNDE VAS?
— A buscar mi anillo.
Dian empezó a caminar entre la gente que ya se estaba dispersando hacia la salida. Se encaminó hacia el escenario, pues ahí había lanzado la rosa y suponía que el anillo debería de estar por ahí. Que apropósito la rosa había rozado la cabeza de Villa y al finalizar la canción, la levantó muy curioso y se la llevó al igual que los otros chicos, aunque a ellos no les cayó en la cabeza.
Dian buscaba el anillo entre los asientos mientras que Anyara y L caminaban hacia ella entre la gente que aún quedaba.
Sólo se le quedaban viendo, ellas no pensaban ayudarla a buscar ese anillo, pues no les agradaba nada que lo siguiera trayendo después de tanto tiempo.
Pasaban los minutos y ya no quedaba nadie más, todos habían salido a comprar productos de la banda o tal vez a sus casas.
— Dian, ya vámonos.
— Espera, ya casi — mientras hablaba, ella seguía buscando.
— Nos dejarán aquí.
— Esperen...
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Cuando La Rosa Muera
FanfictionEl último año no ha sido bueno para Dian, el pasado le pisaba los talones y los recuerdos la alcanzaban en las esquinas. Morat había sido esencial para que no se rindiera, aquella banda la hacía inmensamente feliz. Y... ¿Qué mejor manera de agradece...