Cuando La Rosa Muera

"Navidad Surreal" - Parte II

-Una hora más tarde...

- ¡Intercambio, señores!- exclamó Isaza- ¿Quién empieza?

Todo ese tiempo que ya llevaban ahí juntos y sentados alrededor de la mesa del comedor había sido diferente tras la perspectiva de cada quién: Dian y Villa podrían decir que hasta ese momento, era de las mejores noches que habían pasado juntos, claro, ambos seguían preocupados por L, pero realmente esa cena los despejó; Isaza estaba eufórico, mostrando como siempre esa bella y peculiar sonrisa característica, reía por casi todo, tal vez era efecto de un vaso de sidra que había tomado y...cada vez se servía más; Simón era bueno escondiendo su preocupación, se estaba divitiendo mucho, pero por unos segundos, se imaginaba que sus sonrisas serían más sinceras si Michelle estuviera ahí a su lado; y por último, Martín y Anyara que no dejaban de lanzar miradas "accidentales" entre ellos.

Martín ya no controlaba ver a Isaza con Anyi y no sentir celos. Y no quería retener ese sentimiento con su amigo. De por sí, ya había logrado que Isaza se sintiera incómodo con su presencia por tratarlo de una manera tan indiferente

Ya que era costumbre, casi inconscientememte, empezó a beber algo más que sidra, pero con parsimonía. Aunque eso pronto acabaría.

- Inicia usted, perro- dijo Villa a Isaza.

- Jajaja vale, cierren los ojos, hijos míos.

Cerraron los ojos.

El chico que en esos momentos no traía su sombrero, giró a un lado y sacó una bolsa de regalo de Navidad y lo dejó en frente de Villamil.

- Ya.

Los volvieron a abrir.

- ¡¡Ahh!! Chan chan chan- articuló con su voz grave mientras abría el regalo- Marica...¡¡no!!- soltó una carcajada al ver en contenido- ¿en serio?

Isaza asintió con la cabeza.

- No es de verdad pero al menos no le es alérgico al peluche

Flashback 2000, Bogotá

- Ella es Rita La Perrita- dijo Simón- es de Martín, pero mi mamá dice que es de los dos porque él es muy pequeño para cuidarla. O eso quiero creer yo.

- Es míaaaaaa- gritó Martín de tres años.

- ¡Aaawwww! ¡Es muy linda!- exclamó Isaza- ¡Mira, Juan, una perrita!

- ¡Achú!- estornudó Villamil- no puedo quedarme aquí...¡achú! Mis papás no me dejan acercarme tanto a los perros...¡achú! Y no sé por qué, sólo que siempre me pasa esto. Pero bueno ¡achú! Tengo a Nicolás López.

Sus amigos lo miraron extrañados.

- ¿Nicolás López?- preguntaron al unísono.

- Mi tortuga ¡achú! Ya me voy- dijo triste y caminando lejos de ahí.

- ¡Juan!- lo llamó Isaza.

Villamil paró en seco y volteó a ver a su amigo.

- ¿Qué pasa?

- Te acompaño.

- No, quédate con Simón, Martín y con Rita la Perrita. Tú sí puedes estar con ella.

- Pero tú eres mi amigo, y mis papás dicen que con los amigos se está en las buenas y en las malas...o algo así y creo que ésta es una mala.

- Gracias, tú también eres mi amigo...pero aún me gustaría estar con la perrita.

- Mmm algún día yo te daré una perrita- dijo feliz por su brillante idea.

- ¡¿De veras?!

- Síp.