Cuando La Rosa Muera

Capítulo 11: Columpio

Dian

Estaban sorprendidas, era muy raro que L mostrara señales de sentimientos, al menos por alguien.

D- ¡¿En serio, L?!

L- La verdad no sé

A- ¡¿Quién es?!- dijo emocionada

L- ¿Cómo se llama el de lentes?

L, D, A- ¡¿Simón?!

L- Ese.

En el camino de regreso, L se la pasó preguntando cosas sobre Monchi, tales como: ¿Y su nombre completo? ¿Qué estudia? O... ¿Tiene novia? Ya saben, las cosas básicas.

Al parecer esto iba a algo serio.

Pasaron a dejar a Dian a su casa. Cuando entró, se dió cuenta de que su papá ya había llegado, estaba sentado en la sala viendo televisión.

P- Hija.

D- Hola papá.

P- ¿Cómo les fue?

D- Bien bien, a las 6 volveré a salir.

P- ¿A dónde?

D- Al cine y a cenar, iré con mis amigos.

P- Está bien, pero con mucho cuidado eh.

D- Sí.

Subió a su habitación, se cambió de ropa a algo más cómodo, prendió la televisión y empezó a ver una película.

Entonces vibró su celular. Era una notificación de Villa.

V- Paso por ti.

Dian rodó los ojos con una sonrisa.

D- ¿Seguro?

V- Segurísimo, pásame la dirección.

Dian le pasó la dirección.

V- Gracias, paso por ti a las 5:40

D- Claro, gracias a ti. Nos vemos.

Dian terminó de ver la película y apenas era la una. Faltaba bastante. Decidió apurarse en algunas tareas de la universidad, no eran muchas pero nunca estaba de más terminar las tareas a tiempo. Eso le llevó una hora más.

Estaba aburrida, ya no sabía qué hacer. Ya había hecho sus deberes, había visto la tele... entonces decidió escribir, era algo que la hacía muy feliz, era una manera buena para expresarse, ya que Dian no lograba mostrar sus sentimientos de buena manera...

Escribía cómo se sentía y que hacía o haría, era como un diario, pero no exactamente eso.

Pero escribir no le llevó más de 20 minutos. Volvió a lo mismo: aburrida.

Tomó su libro y empezó a leer, le encantaba hacerlo.
Ahí se la pasó hasta que su papá la llamó para comer.
Bajó a hacerlo y volvió a subir. Eso duró media hora.

El tiempo se pasaba muy lento y eso le daba sueño. Durmió, pero antes, puso una alarma que la despertaría a las 5:30.

4:30, 4:40, 4:50, 5:00, 5:10, 5:20...y

Despertó de golpe.
Se cambió de ropa y bajó a la sala a esperar a Villamil. Su papá estaba arriba, Dian esperaba que no baja...

D- ¿Papá, no estabas durmiendo?- dijo con una sonrisa nerviosa.

P- No pude dormir, mejor bajé a ver la tele por un rato más para que ya a las 6:30 me vaya a mi trabajo. ¿Y tú qué esperas en la puerta? ¿Ya te vas?