México
Dian y Anyara ya estaban llegando a su departamento, el cual, antes no habían aprovechado del todo.
- Al fin- dijo Dian soltando un suspiro.
- Ya necesitaba llegar- le respondió si amiga.
- ¡Michelle!- llamó Dian para anunciar su llegada.
No hubo ruido alguno.
- ¡Lía, Mota!- llamó Anyi ahora.
Nada.
De repente, un golpe.
Ambas se miraron y fueron corriendo a la habitación de la cual había procedido el ruido.
Abrieron la puerta y lo que vieron las tranquilizó.
El golpe había venido de Mota, quien se había caido de la cama de L; ella y Lía aún permanecían en ella, durmiendo. Tal parece que fue Lía quien había empujado a Mota, y aún así, en el suelo, y después de un buen golpe, seguía sin abrir los ojos. Pero Esponjoso, el perrito de Lía, no tenía el sueño tan ligero, así que empezó a ladrar a las recién llegadas.
Todos despertaron.
- Lía, calla a tu perro- se quejó el chico todavía sin abrir los ojos o tener conociemiento alguno de que Dian y Anyara había llegado.
- Yo no lo voy a callar, cállalo tú- le respondió en el mismo estado que su amigo.
- ¿Qué pasa aquí?- interpeló Anyara con voz firme.
En ese instante, todos las voltearon a ver, como si la voz de Anyi fuera la de un jefe estricto y con gran poder.
- Ehh... ¿Pijamada?- dijo Mota.
- No, Mota, no ayudas- le respondió Lía.
No dijeron nada.
- ¿Y bien?- insistió Anyara al darse cuenta que ninguno pensaba hablar- ¿Qué pasó?
- ¿Por qué no hemos sabido de ustedes?...¿Qué pasa, Mich? ¿Te sientes bien?- interpeló Dian.
Nadie dijo nada. Si Mota hablaba, lo arruinaría, sus nervios lo delatarían; si L lo hacía y respondía, sus ojos húmedos y tentados a expresarse, la delatarían; y si Lía abría la boca, terminarían en una discución.
- ¿Nos dirán?
Demonios.
- Es que...- Mota lo intentó.
- No, Mota, déjalo- lo interrumpió L con la mitad de su rostro tapado por un mechón de pelo gris-, ya no les podemos ocultar nada...
Silencio.
- Pues hablen entonces- dijo Anyi-. No saben lo preocupadas que nos tenían, por ti en especial, Michelle, ¿sabes lo desesperado que se encuentra Simón? No sabe nada de ti, ¿por qué?
- Ustedes no me dijeron lo de Karina- respondió L, sus ojos empezaron ponerse rojos, pero no derramó lágrima alguna. Aún le dolía bastante.
Anyara y Dian casi entraron en pánico.
- Entonces sí es por eso- musitó Dian, mirando al suelo.
- Michelle, no te dijimos porque sabíamos cómo resultarían las cosas- intentó calmarla Anyara.
- Sí, peeero, digamos que fue peor- comentó Lía.
- Un poco...- dijo Mota.
- Demasiado- volvió a decir la dueña del cachorro.
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Cuando La Rosa Muera
FanficEl último año no ha sido bueno para Dian, el pasado le pisaba los talones y los recuerdos la alcanzaban en las esquinas. Morat había sido esencial para que no se rindiera, aquella banda la hacía inmensamente feliz. Y... ¿Qué mejor manera de agradece...