Cuando La Rosa Muera

Capítulo 4: El anillo

- ¿Se encuentra bien?

Dian escuchó una voz bastante familiar detrás de ella, pero en esos momentos su mente no le permitía recordar de quién era. Su cabello le cubría la cara, así que no vio de quién se trataba, pero sí distinguió un acento en la voz.

D- Sí... descuide, ya me voy - pensó que esa persona era la que cerraba el lugar. Pero a penas dio 10 pasos y...

- ¡Hey! ¿Esto es tuyo?

Esas palabras hicieron eco en todo el lugar. Y como si fueran un botón de memoria: recordó de quién era la voz.
Su corazón dio un vuelco al voltear a ver a la persona.
Juan Pablo Villamil estaba ahí en el escenario con el brazo derecho levantado y con algo negro y pequeño en la mano...

D- Mi anillo...

V- Entonces sí.

Bajó del escenario y fue hacia ella. Al mirarla, al cruzar sus ojos con los de aquella desconocida, Villa sintió algo en el estómago: cosquillas, ¿mariposas? No podrían ser, era la primera vez que miraba a esa chica. Carajo, ¿qué fue eso? Aunque le pareció muy linda, a pesar de que estaba llorando y su cabello castaño se encontraba en un desastre.

No supo por qué lo hizo, tal vez no estaba en sus cinco sentidos, pero se hincó al frente de ella, tomó su mano derecha y le puso el anillo. Volteó para mirarla y se dio cuenta de que tenía unos ojos muy bellos, oscuros, profundos y bastante misteriosos. Al entrar en contacto con su piel volvió a sentir esas mariposas.

Dian estaba en shock, no tenía idea de cómo reaccionar: la persona que la hacía gritar de emoción, que le robaba latidos a su corazón y suspiros, a quien siempre quiso abrazar y conocer... estaba hincada frente a ella. Entre todas las maneras en que pudo terminar ese concierto no se esperaba para nada esta.

D- Muchas graci... as

V- No hay de qué, ¿segura que estás bien?

D- Sí, no te preocupes.

V - Entonces ¿por qué las lágrimas...?

D- Larga historia- respondió tímida.

V- Está bien. ¿Cómo te llamas?

Ella suspiró, y fijó sus ojos en él.

D- Diana, pero prefiero que me digan Dian.

V- Dian suena muy bonito. Viniste al concierto ¿no?

D- Jej, obviamente, y de pura casualidad ¿vieron las rosas?

V- ¿Son tuyas?

D- Sí, jaja. Yo aventé la tuya, mis amigas las de los otros chicos... ¡Diablos! Cierto Te pegué ¿no? Lo siento mucho, no fue mi intención- farfulló.

V- Jajja no te preocupes- dijo enternecido por los nervios de esa desconocida-, sólo me rozó. Muchísimas gracias por ellas, nos encantaron.

D- No hay de qué- dijo dando una simple pero hermosa sonrisa que hizo que Villa sintiera mariposas e igual sonriera, lo que también causó mariposas en Dian.

Por unos segundos las miradas de ambos se unieron, los ojos verdes de Villa con los oscuros de Dian en una sola línea haciendo que los dos sonrieran tontamente y que Villa riera de la misma manera.

D- Oye...

V- ¿Qué pasó?

D- ¿Te podría abrazar?

V- Jeje. Venga pa'l abrazo.

Dian se acercó a Villa sonriendo tontamente,de nuevo, al igual que él, para ese que sería su primer abrazo.

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