México- Villamil
El avión había aterrizado, y era algo que había anhelado todo el trayecto. Estaba algo cansado, había dormido durante la mayoría del vuelo de E.U.A a México, y tenía hambre.
Fueron por el equipaje documentado y sus instrumentos, ya se veía más cerca la salida del aeropuerto, y un grupo de fans se asomaba por ahí como el sol en el amanecer.
Tenían varias cartulinas, o tal vez un par; algunos tenían regalos, probablemente por ser casi 14 de febrero.
- Hola, hola- saludó Juan Pablo al llegar con los fans.
Se acercaron a ellos y mostraron sonrisas. Pidieron fotos grupales y entregaron los bellos regalos que habían preparado. A los chicos les gustaba mucho cada que eran recibidos, aunque a veces no tenían ni idea de cómo era que los fans descubrían los horarios de sus vuelos.
Entre toda esa gente, de un momento a otro, recorría con la mirada lo que le permitía ver su campo de vista para encontrar a la chica de ojos casi azabache. Dian le había dicho que los irían a recibir, pero no la veía por ninguna parte.
Estuvieron cinco minutos con los fans, tal vez ocho, y el ojiverde seguía sin encontrar rastros de la chica a quien tanto había extrañado. Martín, como siempre, traía una sonrisa en el rostro, se escuchaba la risa de Isaza en el fondo, tal vez provocada por la ocurrencia de alguna fan; la voz de Simón también se escuchaba por algún lado. Pero Dios, él sólo quería escuchar su voz.
Dian
- ¿Ya vienen?- preguntó Anyara con nervios.
- No... ¡Espera! Villa volteó hacia aquí- espetó ocultándose de nuevo.
- Jajaja Dian ya vamos, el niño te está buscando.
- Ese es el punto, déjalo que esté más con los fans.
Anyara sonrió.
- Creo que si nada hubiese pasado, ambas estaríamos ahí- dijo señalando la bolita de fans que rodeaban a los rolos.
Dian miró hacia el mismo sitio.
- Creo igual, y seguramente ya estuviera llorando y casi en pleno desmayo. Claro, no sin antes haberte dicho: "¡Mira los tenis de Villa!"
- Jajajajaja pero si eso fue lo que me dijiste cinco minutos.
- ¡¡Es inevitable!!- exclamó Dian entre una carcajada.
- Jajaja cierto. Entonces a esperar más.
Para que los chicos no las vieran, se acercaron a una bolita de gente que formaba una fila para comprar boletos.
Minutos después, mientras mantenían un interesante hilo de conversación a flote, de repente, Anyara empezó a contener una risa, apretaba sus labios y miraba al suelo para distraerse de lo que le estuviera causando tanta gracia.
- ¿Qué es tan gracioso?- preguntó Dian con una confusa sonrisa.
- Nada- respondió todavía con la carcajada atrapada entre sus labios.
- Anyiiii, dime de qué te... ¡¡ahh!!
Dian fue interrumpida por unas manos cálidas que se posaron en su cintura y unos labios suaves en su cuello. Se estremeció ante el tacto.
- ¡Bu!- exclamó la voz después de una risa contagiosa.
Villamil
Después de estar un par de minutos más con los fans y de repasar con la mirada esa parte del aeropuerto para encontrar a Dian, lo logró, dio con ella. Se encontraba de espaldas, en frente de ella estaba Anyara. Su cabello castaño estaba amarrado en una coleta, y aunque no lo viera, sabía que un mechón revelde caía en su rostro. Se despidió de los fans y empezó a trotar leve y furtivamente hacia las chicas. Su corazón se aceleraba con cada zancada. Le costaba un tanto mantener esa velocidad por la cantidad de cosas que cargaba, bueno, le era realmente difícil. Casi se tropieza.
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Cuando La Rosa Muera
FanfictionEl último año no ha sido bueno para Dian, el pasado le pisaba los talones y los recuerdos la alcanzaban en las esquinas. Morat había sido esencial para que no se rindiera, aquella banda la hacía inmensamente feliz. Y... ¿Qué mejor manera de agradece...