Capítulo 68: Cuando el amor se escapa

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Se acercó al par que estaba acostado en la pequeña sala dormidos. Dio unos pasos con sigilo y se aproximó a Mota, en quien dejó un pequeño toque de su dedo en su hombro para despertarlo.

- Mota, hey, despierta ¿quieres?- susurraba- Mota.

Pero el chico no despertaba.

- Mota, Mota, Mota, Mota, Mota...¡MOTA!- farfullaba con ahínco.

- Ma, cinco minutos más...- articuló él aún con los ojos cerrados y acurrucándose más con L.

-No, Mota, despierta- Lía dejó un "ligero" golpe en el hombro de su amigo para que reaccionara.

- Ay- poco a poco fue abriendo sus ojos cafés- ¿Qué pasó?

- Ven- le ordenó la chica.

Mota se levantó con torpeza del sillón, cuidando que sus movimientos no causaran mucho ruido y despertaran a Michelle.

- ¿Qué hacemos?- dijo Lía cuando ya estuvieran a una distancia considerablemente alejada del campo de audición de L.

- Pues seguir durmiendo...-dijo dando la vuelta

- ¡No!- lo tomó del cuello de su camisa haciendo que regresara- ¡Sobre lo de Michelle! ¿Le contamos a Dian y a Anyi?

Mota abrió los ojos como platos, atónito por la pregunta de la cual no se le había ocurrido. Pasó su delgada mano por su cabello y colocó la otra en su cadera.

- No había pensado en eso. No tengo idea. ¿Y tú?

- ¡Por eso te pregunto, hombre! ¿Crees que te lo diría si ya supiera qué hacer?- exclamó Lía.

- Ay ya, sólo pregunto. Mmm.

Ambos miraron al suelo y recorrieron el departamento con la mirada como si la respuesta a esa "complicada" pregunta estuviera entre las paredes o debajo de un mueble.

Mota fue el primero en hablar.

- Yo creo que no, ellas ahorita están diafrutando de las vacaciones; si les decimos lo que pasó se preocuparán.

- Buen punto. Sí, creo que es lo mejor. Cuando vengan, se los diremos, o bueno, ellas lo notarán.

- Está bien. Pero ¿y qué hay de Simón? Habla con L practicamente todos los días, y soy testigo. Le parecerá extraño que de la noche a la mañana ella le haya dejado de hablar.

- De eso nos encargaremos nosotros; no le diremos a ellas, pero mientras estén en Bogotá, intentaremos cambiar la idea de L de no hablarle a Simón. ¿Te parece?

- Me parece perfecto.

Chocaron los puños y cerraron las posibilidades de decirles lo ocurrido a sus amigas...

En Colombia...

- Colombia linda, linda, linda- dijo Dian al salir del aeropuerto junto con todos los chicos.

- Novia linda, linda, linda- susurró Villamil a su oído. Dian se sonrojó y le dio un suave golpe en el abdomen.

- Bien, ¿entonces qué hacemos?- preguntó Isaza.

- Descansar, descansar mucho, y de preferencia descansar más- respondió Pedro que también iba con ellos-. El 2020 lo iniciaremos con todo, y los necesito bien recuperados, muchachos. Este 2019 estuvo increíble, y no dudo en que el que se viene será aún mejor. Pero para eso, necesito que se quite esas ojeras de la cara, Isazaaaaa. No se irán solas.

Todos soltaron una carcajada.

- Disfruten de sus vacaciones.

Todos asintieron y se despidieron. Cada uno iría a un lugar diferente, excepto Dian y Villa quienes irían juntos a ver a los padres del chico. Ahora, Juan Pablo había convencido a Dian de quedarse en su casa, aunque eso no le quitaba la sensación a la chica de que incomodaba a la familia, incluso aunque los Villamil le habían dicho que no ocurria eso en lo absoluto; Simón iría a su departamento, probablemente a dormir, ya le había avisado a L de que acababa de llegar a Bogotá, pero extrañamente no le había respondido; Isaza iría a buscar a Anyara ya que ella ya se encontraba en ese país. Y Martín, Martín le daría una sorpresa a Laura.

Cuando La Rosa MueraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora