Capítulo 21.

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La ignorancia, mi mejor amiga.

Una vez que por fin había logrado colarme dentro de la casa, mi corazón comenzó a golpear rápido y con fuerza contra mi pecho una vez que vi a Jungkook profundamente dormido en mi cama. Silenciosamente me acerqué y solo lo observé en silencio mientras él respiraba lentamente. Se veía tan lindo y tranquilo, y no quería hacerle daño, sobre todo porque sabía que él no haría nada para hacerme daño. Pero sé que lo hice, por lo que había hecho allí, y a pesar de que me decía a mí misma que solo lo estaba protegiendo, eso no era muy cierto. Todo esto era estúpido. ¿Por qué no podía simplemente decirle a Jackson que se fuera? ¿Es que realmente me gustaba pasar tiempo con él? Bueno... para ser honesta, quiero ver a qué otras aventuras me ha de llevar. ¿Era tan malo?

Oh, ¡lo que sea!

Suspirando, me acosté junto a Jungkook, tratando de no moverme demasiado para despertarlo. Él estaba abrazando mi almohada, pero noté su teléfono deslizándose por debajo.

Fruncí el ceño, y luego me puse pálida, mientras buscaba mi teléfono en mi suéter.

Maldita sea, ¿qué pasa si había llamado?

Revisando mi teléfono, tenía 20 llamadas perdidas, 5 mensajes de voz, y 13 mensajes de texto. ¡Todos de Jungkook... y solo de Jungkook!

¡Maldita sea! Lo había preocupado, ¿no? ¿Por qué no había ajustado el volumen a bajo o vibrador, en caso de que él llamara? ¿Por qué siquiera había venido a mi habitación por la noche? Supongo que todavía estaba preocupado por mí, por lo de antes, cuando había llorado sobre toda su camisa.

Era demasiado dulce. No lo merecía como amigo en absoluto. Él no se merecía tener que cuidar de mí, o preocuparse por mí. Además, lo estaba convirtiendo en una mala persona, ¿no? O en una persona... ¿más divertida?

Ni siquiera lo sabía ya.

Pero sí sé que ya me está cambiando.

****

Por la mañana, me desperté en una cama vacía. Supongo que Jungkook despertó en algún momento de la noche y decidió volver a su habitación. Apuesto a que se sentía un poco incómodo al respecto, pero yo encontraba eso muy adorable.

Me levanté de la cama y comencé a prepararme para la escuela. Una vez que terminé, tomé todas mis cosas y bajé corriendo las escaleras para tratar de hablar con Jungkook. Quería explicarle lo que no había sucedido ayer por la noche, cuando parecía tan preocupado por mí, aunque me sentía realmente terrible y culpable solo de pensarlo.

Al entrar en la cocina, Haneul me sonrió mientras cocinaba unos huevos, mientras Jungkook estaba comiendo algunos cereales de coco en el mostrador. Sabía que eran sus favoritas, ya que él las comía casi cada mañana y noche.

Cuando notó que llegaba, podría haber jurado que lo vi rodar sus ojos y suspirar con molestia. Luego se levantó y puso su tazón en el fregadero, antes de agarrar su mochila y arrojarla sobre su hombro, besando a Haneul en despedida.

-Está bien, mamá, me voy. Jimin está afuera.

-Está bien, ten un buen día, cariño.

Se dirigió a la sala de estar, y yo simplemente me encogí de hombros y lo miré completamente desorientada. ¡¿Qué demonios?!

-¡Jungkook! -Ni siquiera desayuné. Sólo agarré mis cosas otra vez y salí de la cocina, tratando de alcanzar a Jungkook antes de que me dejara-. Umm, ¿no vas a esperarme?

Suspiró cuando se volvió hacia mí. Me miró sin expresión alguna, y me dolió verlo de esta manera. Estaba enojado conmigo, ¿no?

-Yoongi te dio esa moto por una razón -me dijo de plano.

The Bad Girl And The Good Boy• J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora