Esta era como esas veces cuando escuchas sobre una persona quien en verdad ama a alguien que fue lastimado y terminó en coma. Entonces, esa persona solo se sentaba allí, casi día y noche, deprimida, esperando que su ser querido despierte.
Bueno, siempre he escuchado de ellos. E incluso me ha dolido. Pero el hecho de que en verdad terminó sucediéndome fue lo peor. Quería que ____ despertara.
Honestamente, ni quiera me importaba si ella despertaba y me decía que todo era una gran broma. Una horrible, sí, pero preferiría eso comparado con esta dolorosa realidad.
La semana pasada, apenas dejé su habitación. Apenas comí. Apenas dormí. Y apenas hablé con alguien. Era como si todo estuviera apagado y estuviera durmiendo junto a _____, mi cuerpo en un lugar, aun así mi alma estaba mirando y dando vueltas.
Pero incluso entonces, solo presté atención a su cuerpo pálido e inmóvil. De vez en cuando, el ruido del monitor del corazón llegaba hasta mí y terminaba enloqueciendo por alguna razón. Casi causó que tuviera ataques de pánico como lo hacía cuando entré aquí por primera vez.
La vi y el hecho de que no fuera a despertar pronto estaba asustándome tanto que apenas podía respirar bien. El doctor terminó entrando y me ayudaron a llegar a una habitación donde pude calmarme. Así que después de eso, tuve cuidado de no tener más ataques de pánico porque no quería irme, y no quería que me revisaran, incluso aunque en realidad, no estaba bien.
Mi madre estaba preocupada. Por ____, y por mí por supuesto. Por cómo estaba actuando, y el hecho de que ni siquiera reconocí su existencia cuando la vi. Después del trabajo, ella sabía que estaba aquí. Así que venía y visitaba a ______, también intentaba cuidar de mí como una buena madre. Sabía que le importaba, pero nada iba a ayudar. La única cosa que ayudaría sería mi ángel despertando.
Era domingo por la noche, a mediados de enero, y ella entró después del trabajo.
Todos los días hacia las mismas preguntas.
—¿Cómo lo está haciendo? ¿Aún no ha despertado?
Luego venía conmigo y me preguntaba como me estaba yendo y esas cosas.
Obviamente, no respondía en verdad. Eran más como asentimientos, una sacudida de cabeza. Nada más. Quizás respuestas cortas, pero básicamente era eso. Nunca tenía mucho que decir.
—Cariño, te traje algo de comida Mexicana. Sé que la amas.
Me alcanzó las bolsas pero solo negué.
—No tengo hambre —susurré, aclarando mi garganta justo después, ya que mi garganta estaba doliendo un poco.
Mamá negó con preocupación y vino a sentarse en la silla junto a mí. Solo mantuve mis ojos en ____, incluso después que mi madre comenzó a hablarme otra vez.
—Dios, Jungkook, necesitas comer. Ha pasado un mes y apenas has comido algo. Por favor. Traje mi cacerola de pollo ayer y tú ni siquiera la miraste. ¡Es tu favorita! — Honestamente lo hice, era probablemente una de mis cosas favoritas en el mundo. Pero solo me recordó más a _____.
Sé que quizás parezca que estoy demasiado deprimido, pero acababa de conseguir al amor de mi vida, ¿y ahora había una posibilidad de perderla? No era para nada justo.
—No tengo hambre, mamá —susurré otra vez, mientras frotaba mi frente.
—Bueno… solo lo dejaré aquí. Necesito descansar, tomar una ducha. ¿Vienes?
—Iré más tarde.
—Sólo vendrás a ducharte y eso es todo, Jungkook. A veces te duchas aquí. Mira, al menos deberías venir las otras noches conmigo. Ya ni quiera vas a la escuela. Tu educación aun es importante, lo sabes.
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The Bad Girl And The Good Boy• J.JK
FanfictionUna chica en ropa interior se presenta al pulcro cuatrojos Jeon Jungkook, agarrando su mano y haciendo que se sonroje. Y la vida como la conocía, nunca volvería a ser la misma. Cabello oscuro, conjuntos negros, y con una sonrisa perpetua, Han ____...