Capítulo 38

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Me volví hacia un lado y parpadeé unas veces antes de abrir completamente mis ojos, ajustándome a la luz del sol entrando por la ventana. Era demasiado brillante para mí, así que decidí mantener mis ojos cerrados, cuando escuché un ligero chirrido en el piso. Alguien estaba en mi habitación, acercándose a la cama, todavía tratando de ser tan silencioso como posiblemente podía ser, por lo que no lo notaría.

—Ni siquiera pienses en eso, idiota —gruñí, viendo ya el mohín de Namjoon mientras salía lentamente de la habitación. Fue entonces cuando me reí para mis adentros. ¿En verdad, pensó que podía simplemente escabullirse en mi habitación, rociar mi mano con crema batida, y después hacer cosquillas en la nariz con una pluma para hacerme golpear mi rostro con ello?

¡Psh! En verdad, ¿quién cae en eso hoy en día?

—¿En serio, Namjoon? ¡¿De nuevo?! —Escuché gritar a Jin—. ¡No puedo creer que siempre caiga en eso!

Está bien… supongo que Jin era una excepción. Generalmente cuando Nam lo hacía, podía rascarme la cara con la mano limpia y golpear la crema batida en su cara. Lo haría enfadarse por tanto tiempo y eso simplemente era adorable. Era un niño. Era una buena cubierta para un niño malo. Pero para ser honesta, es más inmaduro que malo.

—¿Cómo es que ____ siempre lo sabe? ¿Tiene un sensor de movimiento?

Sonrío con suficiencia ante eso y decidí quitar mi manta, sintiendo el aire fresco en mis brazos y piernas desnudas. Me estiré un poco y estaba a punto de levantarme, cuando se registró un golpe ligero en mi puerta.

Si se trataba de Jin o Nam, entrarían directamente sin importar qué. Y Haneul, como casi siempre, tenía una noche larga, lo que significaba que todavía estaba dormida, así que no había duda de que se trataba de Jungkook. Ese chico, siempre utilizando sus modales.

—Adelante —dije, colocando mis piernas de nuevo en la cama mientras veía la puerta abierta.

Jungkook entró con su cabello en un desastre lindo, usando una camiseta roja de cuello V con pantalón de pijama a cuadros rojo y negro. Estaba sosteniendo una bandeja en sus manos.

El latido de mi corazón se aceleró y aclaré mi garganta mientras él me dio una sonrisa cálida.

—Hola, Jungkook…

Él me sonrió de nuevo, pero parecía muy nervioso mientras dejaba la bandeja en mi escritorio y tímidamente se rascó la nuca.

—¡Oh, oye! Buenos días. Yo umm… pensé que tendrías una resaca o lo que sea, así que en cierta forma solo… bueno, yo solo, me desperté temprano y acabo de hacer esto. E-esta es comida. Sé lo mucho que te gusta la comida. Quiero decir, realmente, ¿a quién no le gusta? Esto es Corea, nos encanta comer como gordos... quiero decir, lo siento, no quise decir eso. Yo solo… solo come por favor. Me disculpo si es horrible. —Después de decir eso, él sólo resopló y apartó la vista para evitar cualquier contacto visual conmigo.

Todo lo que hice fue sonreír ante su ternura y mirar la bandeja del desayuno.
Realmente era tan dulce.

—No tenías que hacer eso —dije—, mi resaca está bien. Realmente no es tan mala como pensé que sería, en verdad, lo cual es un milagro.

Asintió una vez, sonriéndome de nuevo mientras agarraba la bandeja y lentamente la acercó a mí.

—Además, espero que esto todavía ayude de alguna manera. —Puso la bandeja en mi regazo y estaba a punto de salir, cuando hablé.

—¿Puedes venir aquí, por favor? —pregunté, haciéndolo tragar saliva. Pero obedeció y se acercó más a mí.—Más cerca. Solo voy a decirte algo rápidamente.

The Bad Girl And The Good Boy• J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora