5to. Primaria
- Lo lamento tanto señor Córdoba, su esposa no a aguanto el poder dar a luz y a muerto - dijo el doctor, teniendo entre sus brazos un pequeño bulto envuelto en mantas color turquesa - le entrego a su hijo.
Su padre no mostró reacción alguna, solo volteo a los lados, se dio la vuelta y salió del hospital dejando sus dos hijos detrás. El doctor le sonrió al pequeño Chris y colocó entre sus pequeños brazos al bebé que su madre tanto había esperado.
- Porfavor espera aquí - dijo dirigiendo su mano a los cabellos azabache alborotandolos como si fuera un conocido de toda la vida - siento que te llevarías muy bien con mi hijo mayor, pequeña oruga.
- No soy una oruga - dijo el pequeño niño haciendo un puchero que causaba cada vez más ternura.
- Si lo eres, ya verás que cuando seas mayor y puedas extender tus alas todo será diferente. Espera aquí - dijo el amable doctor antes irse por algún otro pasillo del hospital.
No entendía a su padre, cuando sus papis se habían enterado sobre lo que sus profesores le hacían cada semana en la clase de educación física la relación con ellos había cambiado, lo cambiaron de instituto, pero ya nada era igual. Ahora entre sus brazos cargaba el último regalo que mamá le había podido otorgar a papá y el lo había rechazado.
- ¿Como te llamaré, pequeño hermanito? Debe ser un nombre exelente - dijo moviendo un poco la sábana que cubría el rostro del pequeño niño para poder ver sus mejillas algo rojas y sus cabellos castaños.
- Le puedes poner Henry, es un nombre muy bonito - no había notando cuando un niño se había sentado a su lado, el tenía en este momento 11 años y ese niño parecía como de 15, era muy apuesto.
- ¡Me gusta! Hermanito, te llamarás ahora Henry Córdoba, bienvenido a la familia - dijo sonriendo al pequeño bulto el cual se movía para volverse a acomodar entre los brazos de su hermano mayor.
- Tu sonrisa es hermosa igual que todo tú ¿Cual es tu nombre? - pregunto el chico a su lado aflojando su corbata roja en la cual se podía observar el logo de un colegio de niños ricos.
- Chris ¿Cual es el tuyo? - dijo abrazando más a su cuerpo a su pequeño hermanito, no permitiría que a él le hicieran el mismo daño que a él le causaron.
- Mi nombre es Kile, soy hijo de un doctor de este hospital, sabes aquí entre nos en un futuro me gustaría ser un doctor tan bueno como lo es mi padre.
Antes de poder proseguir su conversación llegó el doctor amable llevando consigo una urna (¿Cuánto tiempo había pasado ya?) Y dos botes que parecía ser leche para el pequeño bebé.
- Bueno pequeña oruga, cada dos semanas debes venir aquí al hospital y buscarme. Di que buscás al doctor Hale, el hospital conoce tu situación económica y te proveeremos medicina ¿Si? - dijo limpiando las lágrimas del pequeño niño que observaba con intriga la urna entre sus manos.
- Gracias doctor - dijo haciendo una pequeña inclinación antes de acomodar todas las cosas dentro de su mochila y tomar entre sus brazos nuevamente a su hermanito.
Todos en el hospital observaron como los dos niños salían del hospital a un mundo de adultos el cual los trataría con la punta del pie, todos querían ayudarlos pero temian sin razón alguna.
- Padre, el hospital no da medicina gratis a nadie ¿Que a sido eso? - dijo Kile acercandose al doctor Hale.
- Un simple acto de simpatía por una pobre alma, ahora dime ¿Como es eso que a tus 16 años te han encontrado besandote en un armario de limpieza junto a tu profesora de Italiano?
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Solo Dame Más! (Gay Love)
Short StoryLa historia recorre la vida de Chris, un chico que juzgado por su aparición es aislado de los que lo rodean. Su vida desde pequeño llego a ser difícil y llena de complicaciones, que lo hacían una persona fuerte paso a paso. Al llegar a la universida...