Solo Dame Más! (Gay Love)

7. ¡me gusta!

Al llegar a casa notaron como había un gran automóvil estadio frente a esta, parecía ser un carro muy caro pues estaba realmente reluciente como si fuera recién comprado.

Coloco al pequeño de 7 años detrás de él, esperando no fuera alguien más fuerte que el pues realmente temía por sus vidas. Comenzaron a caminar a paso sigiloso al pórtico de la casa, donde se encontraban dos hombres sentados en las sillas rústicas que el había terminado de crear esa precisa mañana.

- ¿Chris Córdoba? - dijo uno de los hombres, el cual era el más alto de los dos con un cuerpo fornido y una barba oscura la cual hacia notar como el cabello había crecido en el lugar equivocado pues era pelón.

- Soy yo ¿Quienes son ustedes? - dijo notando como su hermanito se abrazaba cada vez más a él por la gruesa voz del hombre.

- Le venimos a entregar esto - el siguiente hombre se levantó sacando de entre su chamarra una pequeña urna, se pregunta hace algunos días que había sido del hombre que se había hecho llamar su padre y ahora al menos ya lo sabía - son de Roberto Córdoba, fue parte de un grupo de personas que trabajaba ayudando persona pobres. Tuvieron un gran padre niños.

Henry camino al señor que mantenía entre sus manos la urna manteniendo su mirada en esta como si fuera lo que más odiaba en el mundo. Subió su mirada al hombre y solo dejo salir una pequeña sonrisa.

- Disculpe señor, está tapando la entrada a mi casa y quiero poder hacer mis tareas - dijo antes abrir la puerta de malla y pasar como si nada hubiera sucedido - Chris, hoy yo haré la comida, regresa con cuidado del trabajo.

Los hombres veían estupefactos a la entrada de la caballa notando como casi todo dentro de esta estaba creando con madera, vivían en el bosque y este claramente les había propinado un hogar acogedor.

- Gracias por entregarnos esto, yo lo tomaré - dijo antes de agarrarlo y colocarlo sin cuidado alguno sobre una pequeña mesa cerca de la puerta - ahora por favor, retirense.

- Niño, tu padre siempre hablo maravillas sobre ti - dijo el hombre de barba antes de abrir la puerta del conductor del gran carro.

- Espero que también les haya contado como abandono a un niño de 11 años con un recién nacido el mismo día que este se había enterado que su madre había muerto - tomo su bicicleta del suelo y comenzó su camino al trabajo. Algo dentro de él se había removido al traer los recuerdos de los primeros días cuidando a su pequeño hermanito.

Respiro el aire contaminado tratando de tranquilizar su mente, al llegar al lugar donde su jefe le entregaba la botarga noto como los baños públicos en los cuales el siempre cambiaba su atuendo se encontraban sellados por cintas policiacas.

- Llegas tarde niño - dijo su jefe al verlo bajar de la bicicleta.

- Lo lamento, llegaron unos hombres extraños a mi casa - dijo inclinándose al pedir perdón.

- Tu hermano... El... Se encuentra bien? - dijo el hombre, que llevaba enamorado de su pequeño hermano desde hace dos años, no es que fuera mayor más bien solo se llevaban dos años pero no es que se sintiera feliz al pensar que alguien mayor pusiera sus ojos en su frágil y amoroso hermanito.

- Si, creo que más bien se a quedado molestó. Pero todo normal por hoy, gracias por preguntar - dijo tomando el maletín rojo de entre las manos de Héctor. 

- Oye, espera! Que te parece el día libre pero igualmente pagado - ¿a que quería llegar este hombre con su generosidad? - podemos ir a tu casa y comer junto a tu hermanito.

- No - siguió su camino a la parte trasera de los baños donde planeaba cambiarse el día de hoy.

- Oye, Chris! Por favor! Dame una oportunidad ¿Si? - dijo haciendo el intento de un puchero mal hecho.

- Le llevas 13 años, creo que mi respuesta seguirá siendo no.

Comenzó a abrir el maletín y noto como nuevamente tendría que vestirse de pollo rosa.

- ¡Me gusta! Chris, entiende por favor. Henry me gusta mucho y entendería que rechazaras una relación pero al menos permíteme ser su amigo.