More than Love

40. Gotta Be You

Odiaba a Harry en estos momentos.

No, no estoy loca. Les voy a contar la situación. Pónganse cómodos, esto está mejor que novela turca. ¡Van a alucinar!

Hoy era el baby shower.

Y Harry no estaba aquí.

¡Exacto! ¿Quién me acompaña a matarlo? ¡Vamos en equipo! Es que no saben con quién estaba. No, no, con quién está. Porque sí, él sigue con ella.

Se fue a un paseo en yate con la misma Kendall Jenner y unos amigos de ella.

¡Está con ella desde ayer! ¡Ayer empezó sus vacaciones de una semana, y Harold prefirió irse de paseo con su "amiga" a que venir a la casa conmigo!

Uy, no, es que cuando él regrese no sabe lo que le espera.

¿Pueden creer que hasta el mismo Liam había venido ayer temprano a la casa para ayudarme a comprar las cosas de la decoración?

¡Liam! ¡Liam que no es el papá ni el padrino del bebé había venido antes que mi esposo a ayudarme con el baby shower!

—¿Sigues molesta? —Payno pregunta burlón detrás de mí, él barría la sala de estar.

Yo no lo obligué, eh, él se ofreció.

—Cada vez salen más y más fotos. Lo odio. —gruño observando las imágenes en la pantalla de mi celular.

—Ten por seguro que cuando regrese, yo le daré su merecido y tendrá que arrodillarse para pedirte perdón. —dice apoyando su peso en el palo de la escoba.

—¡Es que, ¿Tú lo puedes creer?! —chillo dejando mi teléfono a un lado sobre el sillón. —¡Se supone que él debió venir ayer aquí! Él debería estar haciendo eso, no tú. —reclamo señalando sus acciones.

Prácticamente Liam había hecho todo lo que Harry debió hacer. Ese roll de esposo y padre en estos momentos: el acompañarme a elegir la decoración, la comida, invitaciones, acomodar la casa y el patio... Liam me había ayudado en eso cuando Harry pudo hacerlo conmigo.

—Es aquí donde te divorcias de él y vienes conmigo. —bromea retomando sus movimientos de barrer.

Suelto una risa por lo bajo. —Lo estoy pensando. —juego sarcástica.

Pasan unos segundos en silencio donde Payno recoge la basura del piso y la coloca en el recogedor. Luego, desaparece hacia la cocina, supongo que es para dejar la escoba allí. 

Mi celular vibra haciendo que lo tome en manos. Suelto un bostezo a la vez que desbloqueo la pantalla e ingreso a Twitter, de donde vino la notificación.

Y entonces mi boca se abrió a más no poder.

—¡Liam! —grito sin despegar mis ojos de las fotos.

Escucho el golpe de la puerta siendo abierta bruscamente seguido de un Liam alterado y despeinado con un cucharón de sopa en las manos fingiendo que era un bate de béisbol.

—¡¿Qué pasó?! ¡Ya llegué! —exclama con los ojos bien abiertos, mirando a todos lados buscando algo fuera de lo normal.

Con mi ceño fruncido, volteo el teléfono para que él las vea con sus propios ojitos. Ahí estaban Harold y Kendall echados en una de esas sillas reclinadas de piscina. Se estaban riendo de Dios sabrá qué.

—Amigos y una mierda. Nunca me cayó bien Kendall. —Liam escupe tirando el cucharón al piso.

—Yo sólo he cruzado palabras con ella un par se veces y opino lo mismo que tú. —confieso bloqueando mi celular.