Extra 1

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*Sopharry en acción

—Eres tan molestoso...  —susurro cruzándome de brazos, negando con la cabeza.

—"Oh, baby, yeah!" ¿me oíste? Así es como vas a gritar en unas horas
—asegura divertido.

—Yo no voy a decir una mierda. —escupo girando mi rostro a mi derecha, dedicándome a observar algunos locales abiertos en la noche.

—Dos años de matrimonio merecen una noche de locura y pasión. —Harry suelta sonriente, con sus manos en el volante y su mirada fija en el camino frente suyo.

—La locura ya es diaria. —murmuro alzando mis cejas.

Hoy Harold y yo cumplíamos dos años de casados. ¿Cómo seguía viva? Ni yo sé, estoy viviendo en una casa de locos. Digo, mi vida es una montaña rusa.

Habíamos dejado a nuestro pequeño osito a cargo de una confiable niñera. Y es que no estábamos en Londres para que tal vez mi mamá o Anne se quede esta noche con su nieto; estábamos en California. (Y por niñera me refería a Scott)

—Luego vas a estar rogándome. —dice en voz baja, confiado.

—Yo no le ruego a nadie. —bufo rodando los ojos.

—He cambiado las reglas del juego. —avisa.

—Uy, no... ¿ahora qué quieres que haga? ¿Que me vista de estudiante y te diga "Mr. Styles"? —me burlo fingiendo una voz chillona al final.

—Malditamente tentador. —acepta moviendo su dedo índice en mi dirección. —Pero no.

—¿Ahora qué deberé hacer? —pregunto rodando los ojos.

—Ya lo verás... —canturrea bajito, bajando la velocidad del vehículo.

No contesto algo cuando lo veo avanzar despacio por el lado de un restaurante que se veía caro. Una fila de autos estacionados impedían que Harry pueda aparcarse ahí.

—Voy a dejar el coche en la siguiente cuadra, puedes ir entrando para que no camines de regreso. —propone deteniendo el carro frente al restaurante.

Quisiera ser buena esposa y acompañarlo en todo el recorrido... pero la verdad es que estaba haciendo mucho frío y la única prenda que me cubría era un corto vestido negro por arriba de las rodillas.

—Bien. —acepto desabrochándome el cinturón de seguridad. —¿La reservación está a tu nombre? —quiero saber.

—No... —escupe sarcástico, girando a verme. —Al de la vecina.

—Baboso. —bufo entre dientes abriendo mi puerta, escuchando la risita de Harry tras de mí.

Cuando mis tacones han tocado la pista, acomodo mi vestido tirando un poco hacia abajo. Luego giro sobre mi eje para cerrar la puerta y dejar que Harry se vaya.

Avanzo hasta la puerta del local. Sentía mi alta cola de caballo moverse lado a lado cuando debo subir algunas gradas.

Antes que pueda llegar a la entrada, un grupo de chicos (no creo que más de veinte años), abre la puerta del restaurante dispuestos a salir de él. En su recorrido a la salida, venían entre risas, las cuales de inmediato se callaron cuando se dieron cuenta de mi presencia.

—Uh... hola, linda, soy Ivan. —el coqueto acento americano del más alto se oye, dejando sus ojos recorrerme rápidamente de pies a cabeza.

Me contengo a mí misma de rodar los ojos y continuar subiendo los escalones para entrar de una vez por todas al restaurante.

More than LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora