45. "Eres mi chica"

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-"Liam, para de llorar, bebé... despertarás a mamá..." -Harry susurraba por algún lado de la habitación.

Era nuestra última noche en el hospital. Tres días después de la operación y de que nuestro pequeño nació, los doctores decidieron que ya podíamos regresar a casa.

Estaba algo adolorida aún. Considerando que a la mañana siguiente de la operación me hicieron levantarme de la cama para bañarme. Fue una tortura, me dolía todo y de vez en cuando los puntos de la cesárea me ardían. El doctor dice que debo mantener reposo, ¡¿pero cómo esperan que repose si me hacen pararme todos los días para bañarme?!

De todas formas, me siento mejor. Puedo moverme más y estoy feliz. Muy feliz y llena de amor.

Aunque no me crean, el que se había despertado en las madrugadas para atender a Liam, era Harry. Justo como ahora. Él intentaba calmarlo, cantandole y paseandolo de un lado al otro... pero cuando de leche se trataba... ahí tenía que despertarme yo.

¡Y no van a imaginarlo! ¡Harold no había querido cambiar ni un sólo pañal! Decía que le daba nervios tocar sus pequeñas piernitas. Él creía que lo iba a romper.

-Está bien, no llores, Harry, piensa qué hacer... no te pongas a llorar. -Hazz hablaba consigo mismo. Se estaba volviendo loco, el llanto del bebé no paraba.

Muerdo mis labios conteniendo una risita y agradeciendo que la habitación esté oscura para que no me pueda ver observándolo con los ojos entrecerrados, haciéndome la dormida.

-"Okay, cuando un bebé llora es por tres motivos". -dice caminando lentamente en círculos. -Uno, tiene hambre... lo cual no es posible porque acabas de comer hace una hora. Dos, tiene frío o calor... y tú pareces bastante cómodo dentro de tus mantitas, campeón... así que sólo queda la ultima opción: el pañal".

Aprieto fuertemente mis labios y párpados para no echarme a reír justo ahora. Harry en verdad lo iba a cambiar y yo no me perdería este momento por nada del mundo.

-¿Debo cambiarte, verdad? -Styles le pregunta al bebé aún en llanto. -Creo que eso es un sí, mierda, ¡Mierda lo siento, no debo decir malas palabras frente tuyo! ¡Acabo de repetirla! -exclama avanzando hacia los pies de la camilla.

Su grito sólo logró que Liam llorara más fuerte. Estoy pensando en levantarme ahora para calmarlo yo misma.

-Perdón, perdón, te voy a cambiar, está bien, lo lamento, bebé. -susurra colocando a Liam sobre la cama. -Shh, amor, vas a despertar a mami... déjala dormir... ¿sabes cuánto sufrió para que tú nazcas? -reclama con el ceño fruncido a la vez que desabotonaba el enterizo de su cuerpecito.

<<Cómo si él supiera, pinche idiota>>

-Vamos a hacer esto rápido y no te vas a mover, ¿entendido? -susurra tomando un pañal limpio y pañitos húmedos del tocador a mi costado. Liam había dejado de llorar y ahora sólo emitía bajos hipidos. -Eso es... ¿Puedes entenderme? ¿Eres una especie de bebé espía? -juega abriendo las tiritas del pañal.

<<Dios Santo, me estoy haciendo pipí internamente de la risa que me estoy guardando.>>

-Te cantaré una canción luego de esto, ¿quieres eso? -pregunta tomando una toallita húmeda. Harry eleva con una mano sus piernitas antes de empezar a limpiar su piel húmeda. -No te muevas, Liam, te vas a ensuciar todo y voy a entrar en pánico y no queremos eso, ¿cierto? -gruñe en un murmuro cuando mini Styles zafa sus piecitos del agarre de su padre.

Veo un puchero crearse en sus delgaditos y rosaditos labios antes que vuelva a explotar en llanto. Parece que Liam es sensible y resentido igual que su progenitor.

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