La Legión del Caos (Temporada 2) [Eldarya]

Capítulo 33: Maledicite oblivione deflorescuntur*.

•• <<────≪•◦✧❁✧◦•≫────>> ••

Si yo te olvido que se vaya contigo mi memoria.
Que las noches se pueblen de insomnios y lagartos.
Que mis manos se queden congeladas.
Que un terremoto me lo quite todo.
Si yo te olvido, que todos los días se conviertan en Lunes,
que no haya luz, ni asombro ni esperanza.
Si yo te olvido, olvidare también mi nombre, el color de mi pelo, a leer y a escribir, a respirar.
Si yo te olvido, que no pueda amanecer más nunca, que el agua se enturbie, que la vista se nuble, que el corazón se pare y vuelva a caminar solo para advertirme que no debo olvidarte.

Benito Taibo 

•• <<────≪•◦✧❁✧◦•≫────>> ••

.

Las puestas se abrieron en ese momento, las tres niñas salieron en medio de las lágrimas y corrieron directo hacías sus padres, los agentes las guiaron y las protegieron hasta que salieron de la zona peligrosa y se encaminaron hacia las brigadas médicas: Los dos padres de la niña rubia, los dos padres de la niña castaña... el padre de la chica de cabello negro y ojos azules que, con la mirada gacha y con el rostro oculto por su larga melena achocolatada, se la llevó de forma protectora... Mikael le vio alejarse con el ceño fruncido... por un segundo había tenido una sensación inquietante... ¿de verdad aquel hombre alto y delgado era el padre de esa niña? ¿Cómo era su nombre...? Creyó que empezaba con B... pero entonces su atención volvió a concentrarse en la posada... Las niñas ya estaban a salvo, ahora debía pensar en cómo sacar a su hija y esos otros muchachos de ese lugar...

—Mire jefe de departamento —dijo Gretchen Ackerman tocando un hombro de Li Chen—, a pesar de todo, nuestros nuevos reclutas lo hicieron bien.

Mikael miró a la capitana y, apretando los labios mientras colocaba las manos en las caderas, dirigió sus ojos hacia la posada... Por favor... esos muchachos tenían que resistir...

A una hora de la liberación de las tres estudiantes, Mikael, en compañía de Jessica y la bruja que les estaba apoyando en la misión, en un callejón ubicado en la parte trasera del edificio donde estaba la posada, alzó la mirada y vio salir de un ducto de ventilación al segundo avatar de comunicación tras hacer una inspección del interior del lugar, y cuando esa usuaria lo recibió en manos, miró al líder de equipo con pesar.

—La presencia de miasma en el interior es de un 20%...

—Eso es demasiado... —murmuró Jessica.

—Pero surgió un problema mayor... —dijo un agente apareciendo en el callejón a la carrera—, el arcipreste de la Academia no se encuentra en Moscú... en estos momentos se encuentra en Roma...

—¡¿Qué...?! —exclamó Mikael, después de girarse y patear la pared, alzó la mirada al cielo... El nivel de miasma era demasiado grande... esos mocosos debían estar pasándola pésimo... ahora... ¿cómo iban a sacarlos de ahí sin correr el riesgo de lastimarlos e incitarlos a una conversión por el trauma...?

✧❁✧

•• <<────≪•◦✧❁✧◦•≫────>> ••

✧❁✧

En el interior el aire ya era demasiado denso como para respirarlo con normalidad, cada uno de esos cuatro chicos sentía sus cuerpos pesados y temían que sus últimas defensas contra el avance del miasma estaban por ceder, cuando eso pasara habían varios riesgos... la sed de sangre de Masao podía salirse de control, después de todo su palidez y esas aureolas rojas en torno a sus ojos ya anunciaban que sus instintos vampíricos estaban aflorando... luego estaba el caso de Nícolas, el cual a pesar de tener esa maldición de retorno de la muerte, eso no lo volvía inmune a la locura, lo mismo pasaba con Eowyn e Ian, cuyas cabezas ya caían más veces sobre sus pechos de lo que podían mantenerla recta...