Saber cómo funciona la mente de las personas siempre me pareció muy interesante; de hecho, me gustaría pasar un día en la mente de algunas para saber qué es lo que piensan. Y quiero decir, ¿a quién no le gustaría saber el por qué, las razones y motivos que impulsan a algunos a hacer ciertas cosas?
Por esta razón, la clase de psicología me gustaba. Aparte, el profesor Freeman era uno de los mejores maestros que tenía ese año, era muy carismático y le tenía tanta pasión a la psicología que, te interesara o no, hacía que prestaras atención.
—Van a hacer un trabajo sobre los trastornos de personalidad —informó el señor Freeman—, ¿alguna vez jugaron al doctor cuando eran pequeños?
Varios del salón comenzaron a asentir, incluyéndome. Nunca fui muy capaz de poner una inyección de mentira, pero lo intentaba y curaba a mis papás de heridas que no tenían.
Compartía esa clase con June, pero ella había faltado ese día, nos había enviado un mensaje diciendo que tenía algunos asuntos que hacer con su tía, más específicamente, ir a sacar su primera licencia de conducir. Así que estaba sin ninguna de mis amigas. Sin embargo, habían caras conocidas. A mi lado se había sentado Oliver y unos puestos más allá estaba... redoble de tambores... ¡Sexy Scotty!
Ah, y Lucas.
Pero volviendo al tema de Scott. No me molestaría jugar al doctor con él. No malentiendan mis puras e inocentes intenciones, solo quería pasar más tiempo con él, y pensaba sería divertido hacer ese trabajo juntos.
—Básicamente, existirá el rol de doctor y paciente —continuó Freeman—. Yo le asignaré al paciente un trastorno de personalidad, (van a ser diferentes para todos), el doctor tiene que averiguar cuál es este trastorno. Este trabajo se hará por medio de sesiones, como si estuvieran en una consulta real. En ambos roles se tendrá que escribir un informe al respecto; el paciente uno sobre el trastorno, para poder interpretarlo bien y el doctor sobre cómo llegó a la conclusión. Ahora, tal vez se dificulte un poco, por lo que serán grupos de cuatro, un par de doctores y un par de pacientes.
Okay, sumaron dos personas más a la ecuación. Lo que esperaba era que, con quienquiera que me tocara, trabajara.
El profesor comenzó a nombrar alumnos. La verdad no éramos demasiados en esa clase, por lo que no tardó en llegar a mi nombre:
—Gleen, Gibson, McGrath y Parisi.
Lentejas.
Aunque, la verdad ya no me sorprendía nada.
¡Por supuesto! Esto era tan conveniente, ¿para qué? no sé. Pero parecía casi un chiste que me había tocado con Lucas, Scott y Oliver. A mi lado, el mellizo de Molly soltó un resoplido de alivio.
—Dioses, —murmuró por lo bajo—. Qué bueno que fuiste tú.
Y me dio un abrazo que no duró mucho, porque nuestros otros compañeros llegaron. Lucas acomodó su silla para estar frente mío y a Scott no le quedó de otra que posicionarse en el lado de Oliver. El maestro también nos explicó que los doctores podrían discutir sobre el trastorno que suponen que es y los pacientes podrían conversar para poder hacer bien la investigación.
—Entonces... —comenzó Lucas—, ¿cuáles van a ser las parejas?
«Excelente pregunta, Lucas-el-perfecto» pensé.
Ni siquiera tenía idea de qué era lo que quería ser. Ambos roles me gustaban y me debatía si quería actuar o descubrir. Aunque, pensándolo mejor, ser la doctora me permitiría practicar mis grandes habilidades que había adquirido observando a la gente de mi alrededor. Suponía que podría sacar una mejor calificación que haciendo una investigación.
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CLEAVED | Terminada
Teen FictionGrace detesta a su vecino. Lo malo es que sus padres y los de él se llevan fenomenal, por lo que tienen que pasar prácticamente casi todos los días juntos. Ahora, ¿qué pasará cuando el destino los junte aún más? Ella tendrá que aprender a convivir...