35. Grandes mentes piensan igual

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Actuar como si no hubiese estado a punto de tener un ataque al miocardio, no fue fácil

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Actuar como si no hubiese estado a punto de tener un ataque al miocardio, no fue fácil. Pero sin duda fue una mission complete.

Era el día de la cita misteriosa de mi padre, con Tyler ya teníamos todo planeado y él me había pasado a buscar para que fuéramos en taxi al restaurante, no era muy recomendable ir en mi coche porque cabía la posibilidad de que mi progenitor se diera cuenta.

Mi plan inicial era ir a buscar las llaves de mi casa, se me habían quedado encima de mi escritorio y, aunque sabía que habían unas de repuesto, no me gustaba salir sin las mías. Pero, me encontré con una Grace bajando las escaleras de mi casa, en el fondo de mi cabeza tenía la esperanza de que ella correría a su casa para no encontrarse conmigo, aunque también podría haber corrido yo.

No. No, eso no no era una buena idea.

Como sea, ese día tenía que estar completamente con la mente en el juego. No podía distraerme más de lo necesario porque era hora de ser un súper espía... porque no confiaba en lo que mi padre haría.

Si lo pensaba bien, lo que Tyler y yo haríamos estaba muy jodido. ¿Espiar a mi progenitor porque pensaba que estaba siendo infiel? ¡Claro! Cosas que pasaban todos los días y que sucedían constantemente en el barrio.

Creo que hubiese sido más saludable quedarme en casa perfeccionando mi videojuego y dejando que los adultos se encargaran de sus problemas. Además, estaba a punto de terminar el primer borrador de mi creación y, aunque todavía no me llamaban de Games Diary, pensaba en dejar a mi primer hijo en sus manos de todas maneras.

Hablando de eso, ya había pasado bastante tiempo desde que había hecho la entrevista en la empresa, ya estaba perdiendo toda la esperanza de recibir su llamada y sabía que, para ese entonces, debería haber abandonado toda. Pero aun así, tenía un poco de esa chispa en mi interior, algo me decía que las cosas podrían salir muy bien.

A veces sentía que hasta me estaba volviendo loco, cada día rememoraba con más fuerza cada cosa que hice en esa entrevista, y cada vez sentía más vergüenza ajena hacia mí.

En fin, tomé mis llaves que, efectivamente, las había dejado en el escritorio y bajé corriendo las escaleras para que Tyler no me siguiera esperando en la esquina de la cuadra siguiente.

—¿Lucas? —escuché a mamá llamar desde alguna habitación.

Mierda.

En realidad esperaba que ella no se diera cuenta que estaba en casa, y si se daba cuenta, por lo menos que no le tomara tanta importancia a mi presencia. Pero bueno. Ahí estaba.

Realmente me planteé no responder nada y salir de la casa, pero sabía que le preocuparía.

Además, ¿por qué tenía ganas de desaparecer para no lidiar con mis problemas? ¿Primero Grace, luego mi madre, qué seguía? Supongo que era un sentimiento normal, pero casi nunca escapaba de ellos.

CLEAVED | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora