—Se soltará la bomba a las ocho de la mañana, —avisé por teléfono.
—Bien, ahora solo queda esperar —respondió Molly luego de un suspiro inundado de pensamientos.
—Va a salir todo bien.
Creo.
—No definiría decirle a nuestros padres que sus parejas les están siendo infiel como "todo bien".
—Va a salir como esperamos —me corregí.
Habíamos hablado con Molly sobre qué hacer luego de toda la investigación que hicimos y llegamos a la conclusión de que no queríamos dejarlo pasar como si nada porque, a pesar de que era un tema que nuestros progenitores debían resolver por sí solos, nosotros no podríamos vivir con todo el peso que conllevaba saber y mantener ese secreto.
¿Ver a nuestros padres seguir con sus vidas sin ninguna consecuencia mientras que nosotros sabíamos la verdad? No lo creo.
Personalmente, sentía que desconocía a mi padre, que la imagen que tenía de él se había quebrado en miles de pedazos y ya no era capaz de reconocer qué era real. Es decir, cualquier cosa que hacía o decía la cuestionaba: ¿estará diciendo la verdad? ¿Me estará tratando de manipular para que le crea?
Dudaba que aquello fuera una relación sana padre-hijo y siendo completamente franco, toda la situación me estaba drenando emocionalmente.
Dicen por ahí que nunca es buena idea investigar el pasado o la vida en general de nuestros padres porque siempre nos decepcionaremos por algo; puedo confirmarlo, y me arrepentía de haber sabido lo que descubrimos con Molly, quizás hubiese sido mejor vivir en la ignorancia.
Sin embargo, ya que lo sabíamos todo, (puede que haya sido el rencor y enojo que le guardaba a mi progenitor), quería vengarme.
Es por eso que había pasado parte de mi madrugada codificando un pequeño programa que enviaría de forma anónima un mensaje con algunas fotos que demostraban el engaño a mi madre y al padre de Molly.
Queríamos que fuese en la mañana porque durante la tarde teníamos las cenas de Navidad. Cenas que probablemente se cancelarían luego de que la verdad salga a la luz.
Podríamos haber esperado a que todas las festividades de lo que restaba de año terminase, pero ni Molly ni yo soportaríamos ver a nuestros padres actuando felices cuando nosotros no podíamos verlos de la misma manera.
Lo cual, siendo honesto, era bastante egoísta.
No obstante no sentí nada de culpabilidad a la hora de presionar el botón que activaría todo el comando.
Dejé todo mi peso caer en el respaldo de la silla mientras soltaba un gran suspiro, traté de soltar mis músculos ya que estaban bastante tensos y pensé que sería muy feliz con una gift card de masajes esa navidad.
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CLEAVED | Terminada
Teen FictionGrace detesta a su vecino. Lo malo es que sus padres y los de él se llevan fenomenal, por lo que tienen que pasar prácticamente casi todos los días juntos. Ahora, ¿qué pasará cuando el destino los junte aún más? Ella tendrá que aprender a convivir...