Mis papás me habían dejado plantada. A mi. En el cine. Me habían dejado plantada en el cine.
Me sentía como un árbol.
Rebobinemos un poco. Estaba en la clase de la señora Stuart cuando mi teléfono comenzó a sonar —fue completamente vergonzoso, por cierto—, Stuart ya me quería matar con la mirada por interrumpir su preciada clase. En fin, salí de la sala y contesté. Mis papá estaba gritándome en el oído con la excusa de que estaban en el centro comercial comprando entradas para el cine, casi les digo que no quería —mi papá es de ese tipo de personas que habla e interrumpe toda la película—, pero solo tuvieron que decir un nombre para ganarme:
Tom Holland.
Así es, íbamos a ver una película de Spiderman y yo vivía por esas películas, es que él era mi amor platónico.
Pero entonces ahí estaba, triste y abandonada en la puerta del cine. Como la función era exactamente después de clases no esperé a que mis progenitores me fueran a buscar y solo me fui en mi bicicleta roja. Miré hacia arriba, las nubes cubrían el cielo. Estábamos recién entrando a otoño por lo que el aire estaba más frío. Pero juro que esa mañana había un sol que calentaría a cualquiera. En fin, ya no había sol y mi conciencia ya quería darme un golpe en la cabeza por no haber llevado algo para cubrir mi cuerpo tembloroso.
Traté de llamarlos, pero ninguno de los dos contestaba, decidí que lo mejor era volver a casa, ya podría ir al cine otro día.
—¿Qué haces aquí?— una mano se situó en mi hombro y yo me voltee dispuesta a golpear a quienquiera que estuviera tras de mí, pero cuando vi quien era, mi puño se congeló en el aire.
—¿Qué haces tú aquí?—le pregunté a Lucas, él parecía tan confundido como yo, pero aun así me respondió levantando el pedazo de papel que tenía en su mano. Traté de leerlo, pero lo quitó de mi vista.
—Todavía no respondes mi pregunta—se ocultó la entrada tras su espalda y yo me lancé encima para ver si mis sospechas eran ciertas. Le rezaba al de arriba que no lo fueran—. ¡Uau! Tranquila, Pitufina. En cualquier momento llegará un guardia creyendo que me estás robando.
—Entonces déjame leerlo—gruñí y él me lo entregó con resignación. Cuando lo leí, el aire se quedó a mitad de camino en mi garganta, ¿qué estaban planeando?—Nope, —murmuré—, nope, nope.
Me comencé a dirigir a la basura, debía deshacerme de eso, pero Lucas volvió a acercarse a mí y me quitó las entradas.
—¿Qué estás haciendo?—me preguntó, él cubría las entradas como si fueran del oro más precioso, caro y divino.
—También tengo una entrada para la misma película.
—Ya, ¿y?
—Vamos a estar en el cine, tú y yo solos. Mis papás no van a venir, supongo que los tuyos tampoco.
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CLEAVED | Terminada
Teen FictionGrace detesta a su vecino. Lo malo es que sus padres y los de él se llevan fenomenal, por lo que tienen que pasar prácticamente casi todos los días juntos. Ahora, ¿qué pasará cuando el destino los junte aún más? Ella tendrá que aprender a convivir...