Nórdico | God Of War

XXI : Brillo Propio

Sentados frente a una fogata, debajo de la luz lunar, se encontraban devorando un pedazo de carne cocinada, cada uno a un lado del fuego. Ella observó al hombre comer, el era un poco mas alto que ella, algo que le hacia gracia teniendo en cuenta que ella era una Jötunn, bajo el fuego sus ojos dorados brillaban mas, pero se veía raro, melancólico, cansado quizá, viejo sin duda.

_ Hablas muy bien el idioma _ El deja de mirar el fuego y la mira a ella, observa como los ojos celestes hielo claros de la bruja brillan con luz propia, sin ser opacados por el fuego _ Para ser extranjero.

_ ¿Como sabes que soy extranjero? _ Pregunta el.

_ ¿Ademas de tu marcado acento? Yo conozco a mis asquerosos dioses _ "Conoce a sus dioses", instantáneamente las palabras de ella declarando que se oculta de los dioses hacen hueco en su cabeza _ Tu no eres uno de ellos, tus sandalias tampoco son de por aquí o de alguno de los nueve reinos hasta donde yo se, finalmente tu tatuaje...

_ ¿Que tiene mi tatuaje? _ dijo el, que la mujer lo examinara tanto ya le molestaba.

_ No te preocupes Farbauti, esta divino _ dijo ella con tono de burla, provocando un gruñido de el _ el punto es que se nota que es estético, y en los nórdicos las mayoría de los tatuajes suelen ser con fines mas... útiles _ El levantó una ceja y recorrió con sus ojos las marcas azules oscuras en el rostro de la mujer.

_ ¿Para que son esos en tu rostro?

_ ...Bien... son estéticos, pero simbolizan algo importante.

_ ¿Que? _ El no solía indagar en la vida de la gente, pero la curiosidad por ella crecía a cada segundo.

_ ... Guerra _ Finalizo ella dándole un bocado a su carne. El no preguntó mas, no deseaba entrometerse en la vida de ella, después de todo la olvidaría una vez que pudiera marcharse.

Ω

Sus sueños no eran profundos desde hace muchísimos inviernos, ya no recordaba cuantos, por eso, aunque sus ojos se cerraran el siempre permanecía alerta, y por eso fue que cuando escucho un rugido extraño y se despertó, sentándose, se sorprendió al ver a la mujer levantándose antes que el. Ella miraba hacia una dirección , el se levantó y siguió la vista de ella, entre los arboles solo había oscuridad, pero aquel extraño ruido se volvió a sentir, era como un grito, no, un quejido, tampoco, era infernal, un rugido de una criatura que ambos conocían bien.

_ Draugr _ dijo ella viendo varias de esas pobres almas que se acercaban a ellos de entre la oscura espesura blandiendo espadas rojas, gritaban con ira, y ella retrocedió unos paso. El se adelantó y ella lo observo, quedando atónita cuando el corrió hacia las bestias _ ¡No tienes armas!

_ Preocupate por ti _ Dijo el hombre esquivando el espadaso de una bestia y atinandole un fuerte golpe con su puño cerrado en el tórax. Uno se quiso escabullir hacia la mujer, el no lo dejo, si ella moría el no recuperaría sus espadas, tomó la espalda de la bestia y con un brazo lo lanzo lejos, estampandolo con un árbol, dos lo atacaron al mismo tiempo, el esquivo y contraataco, entonces uno se escapó por un lado, y otro por otro, y otro, y otro, todo en dirección a la mujer, no podía hacer nada, habían muchos, quince quizá, rogó que ella supiera usar esa enorme hacha.

Continuó luchando mientras escuchaba los jadeos de ella por ganar su propia batalla, pronto se encontró despejado de enemigos y se giró a ayudarla para ver como ella lanzaba su hacha el pecho de un enemigo, corría hacia el, saltaba alto y sus dos piernas golpeaban la hoja de su arma, hundiéndola mas en el pecho de su enemigo, ella callo cabeza abajo, sus manos tocaron el suelo y siguiendo el impulso ella dio una vuelta vertical hacia atrás, terminado perfectamente parada "es ágil...", el ultimo enemigo corrió hacia ella, quien esquivo la espada roja, giró y con su hacha corto el cuerpo de su enemigo en dos "y fuerte...".