—¡Vala! —Gritó Faye, llevaba a su hijo en brazos, envuelto en una enorme manta, había intentado bajarle la fiebre toda la mañana pero solo lo veía peor, el miedo la inundo y salió con el niño al único lugar en donde quizá la pudieran ayudar, para su suerte, la casa de Vala estaba mucho mas cerca de su propia casa que la aldea. Y ya la tenía a la vista, sobre una pendiente, agradeció haber llegado poco antes del anochecer. —¡Vala! —Gritó una vez mas casi llegando, entonces vio como de la puerta se asomaba una vieja conocida.
Su cuerpo había terminado de crecer, su cabello rubio le llegaba virgen hasta las caderas, sus hermosos ojos primero se sorprendieron y luego se asustaron.
—¡Faye! —Gritó al rubia, llevaba un tacho de madera que dejó caer al suelo y corrió hacia la pelirroja —¿Que estas? ¿Que es? ¿Quien es? Dioses.
—Astrid, este es mi hijo —Habló Faye asustada —Está enfermo pero no es normal, está vomitando sangre, tiene convulsiones, su piel está pálida y sus venas negras, no puedo bajarle la fiebre ni con nieve, no se que hacer, no tengo medicina que... ayúdame —Hablaba muy rápido, y estaba temblando, los brazos de Astrid corrieron la manta un poco para ver mejor al pequeño, tragó con dificultad.
—Eso definitivamente no es normal, ven conmigo, Vala está adentro.
La rubia comenzó a caminar y Faye la siguió, entraron en la extraña cabaña con forma redonda, esta estaba completamente a oscuras, no había una sola ventana, plantas colgaban de las vigas, habían calaveras por doquier y en el centro había un enorme fuego, justo delante de este había una mujer mayor, arrugada le quedaba corto, un ojo blanco y el otro verde, tatuajes parecidos a los de Faye, y muchas runas mágicas y amuletos colgando de si.
—Vala —Dijo Faye al verla, hace mucho no la veía, con su hijo en brazos aun camino rodeando el fuego hasta estar cerca de la anciana.
—Laufey la justa, cuanto tiempo.
—No me llames así, bruja—Dijo molesta. Tragó hondo y suspiró —Por favor, necesito que ayudes a mi hijo, está enfermo pero... estoy perdida, no se como tratarlo —La mayor asintió, se levantó del suelo y caminó hasta una habitación que había detrás, allí, a un lado, había una cama.
—Recuestado allí —Faye lo hizo, con cuidado, acarició la frente de su hijo con su palma, y luego miró a la mujer mayor parada a su lado.
—Mi gente no enferma, nunca, solo se tratar heridas y poco mas, no sabía que mas hacer.
—Has echo bien, pero no podré curarlo, pero si estabilizarlo.
—¿Por que? —Preguntó levantándose y enfrentando a la vieja que le llegaba una por debajo del mentón —¿Por que no puedes curarlo? Si lo que necesitas son ingredientes difíciles yo puedo ir a donde sea por ellos.
—No, simplemente su tipo de enfermedad se escapa de mi, Laufey, el es un dios, no solo un Jötunn, no está en mis posibilidades el poder curarlo, su enfermedad incluso escapa de mi comprensión. Pero aceptaré tu propuesta, por que aun para estabilizarlo necesito ingredientes difíciles de conseguir, así que empuña ese hacha que traes y sígueme, te diré que buscar.
La mujer caminó fuera del cuarto, Faye se sentó a un lado de Atreus y le dio un beso en la frente antes de seguir a Vala, conteniendo las lagrimas que amenazaban con salir.
Ω
—¿¡El corazón de un espectro de Hel!? Moriría al instante si entrara en ese reino, ademas dudo poder usar el templo de Tyr, jamas tuve un Bifrost, no se de donde sacar uno y creo que la serpiente inundó toda esa zona hace casi cien inviernos.
—Cariño, podías viajar allí si quisieras, el como es lo de menos —Dijo la bruja con obviedad —Aunque si, morirías al entrar en ese reino, pero no te preocupes, no necesitas ir tan lejos, los espectros de Hel abundan por estas zonas, ve en busca de los demás ingredientes y en el camino encontraras algunos de estos entes.
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Nórdico | God Of War
FanfictionEsta es la historia de la joven Jötunn Faye, su vida, envuelta en un conflicto en el que no quería formar parte, como se interpone a los problemas y como lucha contra un mundo de crueldad. Trata de seguir sus ideales a la vez que ser fiel a la profe...