XXVIII : Farbauti

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El se levantó de al lado de la desnuda mujer y camino hasta una pequeña pila de madera, ella por su parte siguió recostada boca abajo, usando sus brazos como almohada y mirando el casi marchito fuego a su lado, su espalda había sido destapada pero el calor en su sudado cuerpo aun estaba activo, así que no se molesto en taparse con la piel de ciervo.

_ ¿A donde vas? _ su voz sonaba cansada, adormilada y cariñosa.

_ Seré rápido _ dijo el mientras agarraba la mitad de las maderas que quedaban, y caminaba de regreso junto al fuego.

_ Jah, la mayoría de hombres suele asegurarme lo contrario _ con una rodilla en el suelo y acomodando la madera sobre el fuego miró a la mujer, levantando una ceja.

_ Oh, entonces no eras virgen _ dijo con un tono irónico, ella se giró, de costado se quedo acostada y rio por lo alto, sus carcajadas parecían dulces golpes en los oídos de el. Ella se tapó con la piel de ciervo hasta sus pechos, debajo de su brazo derecho mientras que con el izquierdo sostenía su cabeza por detrás de su oído.

_ No me digas que pensaste que era un doncella virgen _ dijo divertida, el termino su trabajo y camino hasta ella.

_ No, definitivamente no actuaste como una virgen en nuestra primer noche.

_ Oh... _ el se recostó detrás suyo, ella sintió como se metía entre las pieles _ ¿Conoces muchas vírgenes como para saber como debería haber actuado? _ el acaricio la cintura de ella, y luego el contorno de su cadera, ella dejo caer su cabeza en las pieles mientras comenzaba a sentir los besos de el en el cuello.

_ Las suficientes como para saber que no eres una de ella _ ella rió, la voz de el sonando en su cuello le erizaba la piel, este hombre la estaba llevando a un abismo del que temía que no pudiera salir. El hombre la giró hacia el y ella nuevamente se derritió dentro de esos acalorados ojos dorados, el se coloco sobre ella y besó su cuello, ella amaba el roce que la desprolija barba de el le daba. Se sentó en las pieles, separándose de el quien se sentó a su lado y la observó ir hasta las húmedas pertenencias de los dos que se secaban en ramas cercanas a causa de su improvisado baño juntos, el se permitió beber de la vista de ella, del movimiento de sus amplias caderas y generosos y firmes glúteos, de entre sus cosas ella tomo un cuchillo y volvió hacia el, observando como el hombre la comía con la mirada, aunque ahora se encontraba perdido cuando la mujer se acercó con el cuchillo en mano y se sentó sobre el regazo de el _ ¿Que haces?

Ella tomo el punto mas bajo de la barba de el y tiró hacia si misma, besando con delicadeza al hombre, para cuando se separaron ella sonrió sobre sus labios un momento, bebiendo del calor del hombre, luego se alejo y volvió su atención a la barba de el.

_ Te ayudo con esta cosa que tienes en la cara, esta muy larga por aquí _ dijo señalando el mentón de el _ y muy corta por aquí _ dijo tocando su peluda mejilla.

_ Bueno hasta ahora no me había visto en la necesidad de arreglarla... _ ella lo miró, de verdad esos ojos dorados la hipnotizaban _ ...corta todo si quieres.

_ No, me gusta tu barba, Farbauti _ entrelazo sus dedos entre el vello facial de el, llegando a acariciar la piel de su mentón, el hombre cerro los ojos y se dejo estar, eso le gustaba y ella lo notó, saco su mano y comenzó su trabajo.

_ ¿Que significa ese nombre con el que me llamas? _ pregunto el, ella creía que jamas le preguntaría eso.

_ ...Golpes peligrosos _ dijo ella concentrada en su trabajo, aun así la molestia de el se noto y ella subió hasta sus ojos ámbar, iluminándolo _ ¿Que? _ el la tomo de la cintura y la atrajo mas hacia si, ella coloco sus manos en los hombros de el, con cuidado de no cortarlo con el cuchillo.

Nórdico | God Of WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora