Nórdico | God Of War

XXXVIII : Tu lugar

De sus cenizas renacerán

De sus cenizas renacerán

Nuevamente la oscuridad la envolvía, la diferencia era que a diferencia de cuando era niña esta vez estaba realmente asustada. De pequeña le generaban curiosidad sus visiones, pero ahora realmente sentía que no podían significar nada bueno

De sus cenizas renacerán

De sus cenizas renacerán

Otra vez esas voces ¿Quienes eran? ¿Que significaba lo que le decían? No entendía. Aunque no era la primera vez que ella no entendía una visión. Entonces la luz apareció, pero era opaca, y cuando se encendió un mundo de piedra seca la envolvió. Jötunheim. ¿Por que estaba aquí? Se giró a todos lados, estaba en medio de los puentes que daban a la capital. Cerca del templo de Tyr. La luz y las voces parecían venir del templo Jötnnar, así que allí fue a donde comenzó a caminar.

De sus cenizas renacerán

De sus cenizas renacerán

No dejaban de hablar, de echo se intensificaban a medida que avanzaba hasta el templo, su periferia estaba llena de cadáveres de gigantes, estos estaban secos, viejos.

Finalmente entró en el templo, siguiendo el origen de las voces, caminó rumbo a donde parecían venir, llegando a la pared en la que había estado la profecía de Gilfildhi, ahora frente a ese muro estaba segura, las voces venían de ese muro. Colocó con cuidado su palma contra el, entonces un brillo dorado se dejó ver y poco a poco todo el falso muro calló, dejando ver el mural rojo y dorado.

Elige

Se volteó de prisa, la voz había resaltado de entre todas y había sonado a sus espaldas, sobre su oído.

—¿Elegir que? —Preguntó mirando a todos lados, pero no parecía recibir respuesta alguna —Díganme, por favor, yo no entiendo.

Tu esposo morirá, y su muerte nos liberará.

Ahora estaba mas que helada mientras las voces comenzaban a susurrar todas algo diferente, sintió como su boca se secó y su respiración se agitó, tragó con dificultad, su esposo, esposo, Kratos, esas voces eran de su familia, y planeaban usar a Kratos ¿Matarlo? Se giró de prisa y golpeó el muro de la profecía con sus manos, causando un estruendo que calló a todas las voces.

—¡NO! —Gritó a todo pulmón, furiosa —¡No van a tocar a mi esposo! ¡No se los voy a permitir!

Elige entonces.

Se tu.

Tu puedes.

Es tu premio.

Fuiste buena.

Puedes salvarlo, ocupar su lugar.

Puedes salvarnos a nosotros, a todos.

Cumple tu misión.

Hazlo.

Se tu.

Ω

Abrió los ojos lentamente, encontrándose envuelta en un calor familiar, un calor que la hacía mas que feliz, una piel la cubría por encima, tapando su desnudes, y por debajo suyo un suave colchón de paja la acunaba, a su izquierda estaba el fuego aun vivo dentro del pozo de piedra, y a su derecha el motivo de su felicidad, la criatura que le trajo sentido a su vida cuando creyó que lo había perdido todo, la única persona que se permitió amar libremente. Sin restricciones, sin obligaciones, solo amor.