Nórdico | God Of War

XXX : Nada (+18)

_ Has festejado tu falso triunfo con mas euforia que un hombre.

_ Si bueno, he convivido muchos años con vikingos y... ¿Falsa victoria?

_ Eso fue trampa _ dijo el mordiendo la pantorrilla desnuda de ella, quien estaba recostada boca arriba en la pequeña carpa que habían alquilado con las monedas que ganaron con las pieles y plantas que vendieron, también compraron cerveza y comida, así que todavía no era de noche pero luego de haberse tomado cuatro botellas de cerveza, y la mitad de la quinta, ellos ya estaban mas que en tono. Faye se encontraba aun vestida solo que sin las botas puestas, pues todo el suelo cubierto de pieles sería esa noche la cama de los dos, la mordida provocó una carcajada sin cuidado en la cazadora, quien sostenía la botella de vino.

_ No seas resentido _ le dijo alejando su pie de el, soltándose de su agarre y sentándose delante del hombre, quien ahora se colocó en una pose tranquila, con una pierna doblada y su brazo sobre esa rodilla, ella sin duda amaba esa pose en el, la mujer le dio la botella y el le dio un buen sorbo, era tan jodidamente atractivo _ espero no haberte ofendido con esa muestra de... afecto.

_ Para nada _ le dijo haciendo un ademan con la mano mientras dejaba la botella a un lado _ solo no estoy acostumbrado, cuando las mujeres se acercan a mi no lo hacen con una muestra de afecto tan pequeña...

_ Oh si _ ella gateo hasta el y se quedó de rodillas en el hueco entre las piernas del hombre, apoyando sus brazos en los musculosos hombros de el _ imagino que estas acostumbrado a otras cosas como que vengan y te besen directamente _ susurro con una rasposa voz, bajo la luz de las velas y con esos hermosos ojos resaltando en celeste el hombre ya estaba perdido nuevamente en este nuevo mar de nombre Faye _ o te devore con la boca... _ se acercó a el, y luego de una leve sonrisa sobre los labios del hombre se alejó completamente _ o te den cerveza en un cuerno.

El hombre entendió a lo que ella se refería, el bufó y ella rió con fuerza, demostrando que realmente no estaba molesta, si no que buscaba molestarlo. El miró a otro lado y luego de hacer una mueca tomó las dos piernas de la mujer, que reía triunfante por haber logrado fastidiar al dios, y la atrajo haca si, arrastrándola por el piso cubierto de pieles y lanzándose sobre ella, acomodándose en medio del hueco de las piernas de ella, acorralándola contra las pieles.

_ Eres molesta... _ le susurró con su fuerte voz, acercando su rostro al de la chica, provocando involuntariamente un fuerte calor en el bajo vientre de ella.

_ Me adoras _ le dijo ella sonriendo tranquila, el no iba a intimidarla, por mas que su propio cuerpo pensara diferente.

Kratos bajó la mirada por el cuerpo de la mujer, luego se bajó un poco, tomó el cinturón de ella y se lo sacó sin cuidado, luego la armadura de cuero que llevaba en el torso, desenredando sin cuidado los nudos nuevamente, finalmente metió la mano debajo del vestido de la mujer.

Sin duda le fascinaba verla vestida tanto como desvestida, era increíblemente atrayente para el que ella pudiera lucir un vestido y una armadura a la vez, sin perder su forma femenina, pero sin verse como una débil dama.

Tomó el dobladillo del pantalón de ella y lo bajó, dejándola al descubierto de la cadera para abajo, siendo la tela delantera del vestido lo único que la tapaba, el levantó la vista para ver como ella elevaba un poco su cabeza, observándolo atentamente, con sus mejillas rojas, ella por su parte vio como, con la mirada, Kratos le pedía permiso, y en respuesta ella dejó caer su cabeza hacía atrás, relajada.

Sintió como las ásperas y calientes manos de el recorrían sus muslos, desde abajo hacia arriba, abarcando una gran área, luego volvían a bajar, sintió como el pasaba su rostro cerca de debajo de su rodilla izquierda, podía sentir la respiración caliente de el y su barba chocar allí, comenzó a subir hasta la rodilla y se detuvo allí, colocando un beso por debajo, la mujer levantó el rostro, encontrándose con el sentado entre sus piernas, un poco abajo, sosteniendo su propio peso en el suelo con una mano, inclinado hacia adelante, y con la otra mano sosteniendo la pierna de ella, el miraba atentamente el tatuaje de ella allí, ella pudo ver la curiosidad en los ojos de el, luego movió los ojos hacia la mujer. Ella sintió su rostro enrojecer mas.