XXXII : Eres lo que eres

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Derrumbó al trol con unos cuantos puños, cuando este calló Kratos corrió hacia el, lo golpeo en la cabeza y lo tomó de los cuernos, retorciéndolos hasta quebrarle el cuello, acabando con su vida. Pero su sed de sangre no se detenía, no, por que el trol no era su ansiado enemigo, no, esos eran los saqueadores que habían detrás, camino a paso firme hasta ellos, el suelo temblaba con sus pisadas, algunos lo enfrentaron, otros trataron de huir, daba igual, los alcanzó a todos.

¿Cuantos eran? Casi cien

¿Cuantos quedaron en pie? Ni uno

Cuando aplastó con sus propias manos la cabeza del ultimo fue que reaccionó, la tensión de su cuerpo se relajo, su vista se aclaró, y se encontró a si mismo en medio de un mar de muerte, rodeado de cadáveres tanto humanos como infernales.

"Faye"

Se giró a donde había caído la mujer, decir que fue sorpresa lo que vio sería mentir, por que las miradas que se encontró no eran algo nuevo para el. Había gente reunida a lo lejos, fuera del campo de batalla de Kratos, era un tumulto de personas, hombres, mujeres, ancianos y niños que lo miraban con miedo, todos se escondían unos detrás de otros, huyendo del peligro que el dios blanco y rojo representaba para ellos.

Y en el centro de toda la gente estaba ella, Faye, despierta, viva, un grupo de guerreros, de aquellos que formaron el muro de escudos, la sostenía, la ayudaban a mantenerse en pie, ella respiraba con dificultad y su hombro sangraba, parte de la lanza seguía allí, empapando sus ropas de sangre fresca.

Kratos se dio cuenta que, a diferencia del resto de los presentes, ella no lo miraba con miedo, no, ella lo miraba con... ¿Pena?

_ Que acto mas lamentable has dado _ un espectro verde y gris se dejó ver, uno que el conocía bien, apareciendo por detrás de Faye, con una sonrisa molesta en el rostro impoluto, y los nudillos del hombre se tensaron de nuevo _ ¿De verdad creíste que podrías ser como ella? Esta mujer es un faro de bondad que inspira a los hombres a luchar, tu, eres lo que eres, un monstruo que inspira a los hombres a correr de sus garras, eso es lo que eres y siempre seras, Kratos, un monstruo _ Con su mano hizo un ademan para que Kratos desviara sus ojos hacia los rostros asustados del resto del pueblo.

Se marchó de allí caminando en silencio por la calle, siendo esquivado por los presentes.

Ω

Una vez que se encontró fuera de la aldea el se permitió correr, en ninguna dirección en especifico, pues no importaba a donde iría, mientras fuera lejos de aquel lugar, lejos de la molesta Atenea, lejos de la molesta mirada de los aldeanos, lejos de Faye...

Corrió lo mas lejos que pudo, el cielo retumbaba en rojo y el viento era implacable, el frió se colaba por su cuerpo con facilidad, y el bosque en el se encontraba era difícil de caminar, aun así el siguió, se hizo de noche, y siguió.

Finalmente llegó a las orillas de un rió que corría con velocidad, y se dejó caer de rodillas, mirando sus manos. Claro ¿Como podía permitirse olvidar lo que realmente era? El siempre sería un monstruo, puede que estuviera en otra tierra, pero sus pecados no iban a desaparecer por eso, y su forma de actuar tampoco, no podía, eso era lo que el era, lo que es, y lo que siempre sería.

_ Oh Kratos, realmente pensaste que esa mujer podría quererte ¿Verdad? _ La molesta risa fantasmal de su hermana volvió a sonar.

_ Tu... no eres... real...

_ Esto es bueno, que le hayas mostrado lo que realmente eres, que ella se aleje es lo mejor, por que los dos sabemos _ llegó hasta el campo delantero de visión de el y se colocó en cuclillas delante del hombre, acercando su cara a el, quien no pudo evitar mirarle a esos ojos vacíos de vida _ que es lo que realmente le pasa a las personas que te quieren... _ el hombre no dijo nada, volvió su vista a sus muñecas, a sus propias manos _ eso es... sabes que terminarías asesinándola, como hiciste con todos los demás, como hiciste con tu madre, con tu hermano, con tu padre, conmigo... con tu hija... con tu esposa... la salvaje va a terminar igual.

Nórdico | God Of WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora