La deuda.

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Tiro la puerta de mi habitación con tanta rabia como si aquella puerta blanca tuviera la culpa de mi infeliz vida.
Lloro de rabia, sacó una foto de Joel que tengo escondida en la mesa de noche.
-Necesito tus ojos, tu dulce voz, te necesito Joel. ¿Cuando volverás por mi? - hablo con la foto como si me escuchara.
Suena el teléfono, hago un raro movimiento tratando de alcanzarlo, es Isra, otra vez. - ¿Que fue, bro? - contesto.
-Por fin pude ubicarte, estas muy desaparecido últimamente.
-¿Estamos en vacaciones, no?
-Pues si pero...
-¿Pero qué? Dejame disfrutar mi vacaciones... Ya suenas como mi mamá.
-¿Volviste a discutir con ella? - su tono de voz cambió.
-¿Tú que crees? - No responde. - Eso no importa, ¿Por qué me llamaste?
-¡Cierto! Te invito a jugar videojuegos a mi casa. Ando muy aburrido estos días y ya casi ni me hablas.
-He estado ocupado. - respondo.
-¡Claro! "ocupado". - hace énfasis en esa palabra.
-Tú estas aburrido porque así lo deseas, ¿Cuántas veces te he dicho que salgas conmigo? Muchas, ¿Verdad?
-No me agrada la definición que le das a la palabra "diversión". - responde finalmente.
-Tú te lo pierdes. - respondo de manera fría.-Yo me la paso de maravilla.
-Y ahora, ¿De quién es el número que tienes apuntado en el brazo?
-Está vez no te lo diré porque a ella si la quiero para mi.
-¿Para ti? - pregunta sorprendido.
-No me malenteindas. Quiero volver a verla, eso es todo.
-Oye, ¿Qué pasó con mi prima?
-¿Tu prima?... ¿Jess?... No sé, ¿Sigue hospedada en tu casa?
-No, ella viajó al día siguiente del viaje de Joel.- Me quedó en silencio. - No puedo creer que ya tenga dos meses fuera del país.
-Dos largos meses en los cuales me destruí por completo. - pienso.
-¿Erick?¿Estás ahí? - insiste al no escucharme.
-Si, aquí estoy... ¿Como le está yendo? - me costó articular lo que dije.
-Lo último que supe es que ha tenido uno que otro contrato, hasta ahora le va bien, quien sabe más que yo es Chris, él lo llama diario. - ríe.
-¡Que bien por él! - exclamo.
-Entonces... ¿Vienes? - pregunta finalmente.
-Dale, esperame con unos sandwiches. - cuelgo. - espero que te siga yendo bien.- suspiro.
Me levanto a buscar el cargador, mi celular se está muriendo. Encuentro unas fotos de la noche anterior que llego a ignorar, me acerco al interruptor que esta cerca de la ventana pero doy un salto del susto. Pude ver que afuera de mi casa estaban esos hombres, ya me tocaba pagar la penúltima cuota.
Me escondo, no puedo salir de la habitación y mucho menos de la casa.
Cuento cuanto dinero tengo, no es mucho pero solo me falta salir con alguien esta noche.
Eso es por lo que básicamente salgo con chicas, las enamoro con una solo mirada, bebemos sin control, ellas terminan pagando todo e incluso dándome dinero sin ser conscientes de que se quedan sin nada... Algo tenía que sacar de mis malas noches ¿No?
Solo me faltan doscientos más, solo doscientos.
A los cuantas horas desaparecen y ya es hora de ir a ver a Isra.
Salgo desprevenido, sin darme cuenta de que me estaban esperando en la otra esquina. Me agarran dos hombres por atrás y otro se para en frente de mi.
-Erick... - Susurra.
-¿Que hacen ustedes aquí? - me cuesta hablar.
-Tienes una cuenta pendiente con nosotros, ¿Lo recuerdas?
-Cómo no recordarlo, vivo con el cargo de consciencia todos los días, como olvidarme de ustedes, malditos...
-Más respeto, estamos siendo buenos contigo.
-Mañana es el día en el que tengo que pagar, hoy no.
-Eso lo sabemos, solo queríamos recordártelo, no sé te vaya a olvidar. - ríe. - Hasta mañana, Erick.... Suelten lo. - se retiran. Vuelvo a respirar con normalidad.
-¿Por qué cometí ese error? ¿Por qué? - me pregunto.

Antes de Joel. // JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora