Antes de Joel. // Joerick

Mi Pasado Parte 2

Terminando las clases o incluso en la hora del recreo. Los chicos mayores me buscaban todo el tiempo y los menores igual. Al vender tambien ganaba yo.
Mi madre se sorprendía al verme comprando cosas cada vez innecesarias, sospechaba pero no quería confirmarlo hasta que el día del accidente pasó. Mi madre entró a mi cuarto cuando estaba tomando un baño, cuando salí de la ducha la encontré sentada en la orilla de mi cama sosteniendo el dinero ganado de manera ilícita.
-¿Que es esto, Erick? - rompió en llanto.
-Mamá, no tenías q tocar mis cosas. - le quité el dinero de manera violenta.
-Yo no he criado a un delincuente. - En ese momento sentí que algo dentro de mi se rompió. Le pedí q saliera de mi habitación para poder cambiarme.
En ese momento lloré como un niño. Ante tal frustración quise irme de esa casa donde no me comprendían así que, metí unas cuantas prendas en mi mochila y me dirigía a la guarida.
-¿A donde vas? - preguntó mamá.
-Me voy, quiero estar solo. - y din darle oportunidad de seguir hablando, salí.
Cuando llegué a la guarida la puerta estaba abierta y el lugar rodeado de gente. ¿Que pasa? Me repetía una y otra vez.
-¡Noooooo! - grité al ver a mi amigo en un charco de sangre. ¿Quién pudo hacer algo así? Estaba agonizando. Cuando supo que era yo, tomó mi mano y me dijo "Deja este mundo, no quiero que acabes así". Lloré de impotencia al no poder hacer nada, en su muñeca se podía apreciar la marca de esos hombres, de esa organización. Llamé a mis padres, no podía tranquilizarme y menos si me iban a interrogar. El miedo se apoderó de mi.
Al regresar de la comisaría solo quise envolverme en mi sábanas y no pensar en ello, mamá no quiso preguntar nada pero papá si. Me dirigí a mi habitación pero cada vez que intentaba cerrar mis ojos lo veía a él. Sentí miedo de terminar así, yo no medí las consecuencias de mis actos. Mis padres decidieron cambiarme de colegio el año que entraba porq no podía perder el ciclo escolar pero mi vida ya no era vida. Me deprimí y empecé a tomar pastillas.
Una semana después de lo sucedido los volví a ver. Estaban a una cuadra de mi escuela, cuanod los vi quise huir pero no me lo permitieron. El jefe me tomó del cuello de la camisa.
-¿A donde pensabas ir? ¿Acaso quieres que te pase lo mismo que a tu amigo?- mis ojos se llenaron de furia.
-Tengo el dinero de la venta, ya no quiero seguir con esto. - se rieron de mi desicion. - Yo entré a este negocio por él así que si él está muerto yo no tengo jefe.
-No puedes salirte cuando te de la gana. Pero por ser amigo de nuestro ex socio pues podemos hacer una excepción pero a cambio de algo.
-¿Que quieren que haga?
-Paga lo que tú gran amigo nos debía. Tengo entendido que es mucho dinero. El pobre debió escuchar al jefe cuanod dijo q si lo vendes no lo consumas. Él cabó su propia tumba. Si te comprometes a eso puedes salir del negocio pero si no lo haces correrías la misma suerte que tu gran amigo.
-Acepto. - contesté sin dudarlo.
-Son quince cuotas las que tienes que pagar. Venimos por el dinero la otra semana.
No pude comentárselo a mis padres. Empecé a pagar la cuota hasta el fin de año escolar, después de ello nos mudamos a otra ciudad, lo decidieron mis padres. Pensé que me había librado de ellos y aunque demoraron en encontrarme lo hicieron. Aquella vez en la que iba a ir a ver Joel trabajando en esa heladería.