Antes de Joel. // Joerick

El comienzo de la verdad.

– ¡Erick! ¿Puedo entrar? - dijo mi madre mientras tocaba la puerta de mi habitación.

– Si, mamá... Entra. ¿Que pasó? – pregunto mientras ella acomoda mi almohada.

– Pues, llegó una chica, dice que es tu amiga de tu antigua escuela.

– ¿De mi antigua escuela? ¿Cómo se llama?

– Madeleine... No sabía que tenías una amiga con ese nombre.

– ¡Ahh, Madeleine! Si, es mi amiga... Mamá, nunca te dije el nombre de mis amigos... Dile que venga a verme, ya sabes, no puedo bajar. – le digo mientras apunto con mi índice mi pierna enyesada.

– Está bien. – dijo dudosa.

No pasó mucho tiempo hasta que ella subió.

– ¿Se puede? – preguntó asomando su cabeza por la puerta. Yo asentí. – ¡Hola Erick! Mi nombre es Madeleine. – una hermosa chica de cabello castaño oscuro, contextura delgada, ojos oscuros y un poco rasgados se acercó a mi y sentándose a la orilla de mi cama comentó. – ¡Wow, si que estuvo fuerte el accidente! ¿A quién le hiciste daño como para que te haya dejado así?

– Una chinita bonita, ¿Eh? Mucho gusto, me llamo Erick... No le he hecho daño a nadie, no tengo la culpa de tener una mirada cautivadora. – dije victimizandome.

– Ya veo porqué te están haciendo esto... Además de tonto, narcisista. – dijo tomando con fuerza mi mano.

–¡Ahhhh eso duele! – me quedé más inmóvil de lo que ya estaba. – una pregunta... ¿De verdad estás asistiendo a una universidad? Lo que pasa es que tienes apariencia de una adolescente de 14 o 15.

– De hecho, no estoy muy alejada de la edad que me pones, es solo que soy una chica dotada de inteligencia y por eso en mi escuela me adelantaron algunos grados... Pero no vine a hablar de mi, sino de ti. – dijo sacando una libreta de su bolso.

– Todo comenzó cuando Joel se fue...él se fue ya que se enteró de cosas que me perjudicaban, y aunque quiso intentarlo y quedarse a mi lado, terminó derrotado y sin fuerzas para seguir luchando. - dije entristecido.

– ¿Que son esas "cosas" que te condenaban? ¿Las sabe Christopher?– preguntó alistando se para apuntar mi respuesta.

–Tuve una deuda con narcos.– dije cansado de guardar el secreto.

–Narcos... –dijo mientras apuntaba. -– ¿Consumes drogas?

–No, en realidad no me gusta hablar de eso pero supongo que tengo q hacerlo ahora... Mi amigo se drogaba, yo tenía problemas con mis padres y tanta era mi frustración que accedí a consumirlas, además, quería conseguir mi propio dinero y mi amigo vendía así que me metió al negocio pero un día lo encontré agonizando y me dijo que deje ese mundo lleno de problemas, que cambie mi vida... No duré mucho tiempo en eso pero los narcos me empezaron a buscar, yo ya no quería seguir en eso y a cambio de mi libertad me pidieron que pague la enorme deuda que dejó mi amigo... Joel se enteró y antes de irse me dejó un poco de dinero para pagar una cuota... Actualmente, ya no tengo esa deuda, hace poco la terminé de pagar.

– ¡Wow! Que fuerte... Dices que ya lo terminaste de pagar, pero, lo que te pasó fue un extraño accidente... ¿Te han vuelto a buscar?

– Sí, me dijeron que aunque mi deuda esté pagada hay una persona que se ha contactado con su jefe, al parecer esta persona está influyendo en él, es más, ayer me llamaron dándome a entender que ellos fueron los responsables del accidente pero el accidente ha sido planeado por aquella persona que está en contacto con el jefe.

Los ojos de Madeleine resplandecieron. – Tenemos un caso muy interesante aquí... Disculpa si me emocioné pero me encantan resolver casos, mientras más confusos mejor. – sonríe. – Volviendo al tema, ¿Sospechas de alguien más?

–Sí, de Fernanda. - respondo desanimado.

–¿Quién es Fernanda? ¿Que relación guarda contigo? ¿Por qué sospechas de ella? – dijo apuntando su nombre.

– Fernanda es una estudiante que entró este año a mi salón, se volvió mi amiga y dudé de que nuestra amistad continuaría en el momento que me confesó su amor por mi... Le dije que no deseaba tener una relación con ella y aunque se lo repetí unas cuantas veces ella buscaba mis razones por las cuales no podía quererla y entonces pasó, le conté mi historia de amor con Joel... Yo esperaba que ella se alejara de mi y me odiara pero no fue así. Ella se acercó más a mí y me dijo que me apoyaría a poder encontrarlo y volver a estar con él pero hubieron algunos inconvenientes que nos convirtieron en "enamorados".

–¿Enamorados? ...pero, ¿Por qué sospechas de ella si te ha apoyado tanto?

– Pues sí, lo sé es linda y me ha dado su apoyo al aparentar ser mi enamorada es solo que el día del accidente la señora a la cual salvé de una muerte segura me dijo que gritó por ayuda y que casualmente apareció mi enamorada le dije que llame a emergencias y ella le dijo q ya había llamado, ¿Cómo es eso posible? No había pasado ni un minuto y ya estaba ahí a mi lado, ya había llamado a emergencias, además buscaba mi teléfono como loca en el hospital y como sea quería que la señora se lo diera ya que ella lo tomó en el accidente... Hay algo más, ayer un amigo me dijo que tenga mucho cuidado con ella, que no es tan dulce y linda como se muestra. – al oír eso, Madeleine sonrió y dejó caer el lapicero.

–¿Cuándo la podré conocer? – si sonrisa me aferraba un poco pero no quise que se diera cuenta de eso.

– Dentro de poco. – va a venir a visitarme después de que salga de la escuela, ayer estuvo aquí también.

– ¿Algo más que decir?

– Lo más importante de todo, Christopher recibió amenazas... No sé cómo consiguió su número pero le dijeron que no se siga comunicando conmigo. – cerró su libreta de apuntes y la metió en su bolso.

–Bien, si necesito más información te la estaré pidiendo en estos días... ¿Me invitas un vaso de agua?

– ¡Claro! Mi mamá ya salió a trabajar hace rato, puedes bajar por agua a la cocina.

– Gracias, traeré agua para ti también, mientras esperamos por tu amiga... Fernanda. – dijo cerrando la puerta de mi habitación.

Apenas salió de mi habitación, le mandé un mensaje a Christopher diciéndole "Ya está hecho".