Antes de Joel. // Joerick

Mi Pasado Parte 1

Al salir de casa de Christopher siento un gran alivio, por fin sabría algo de Joel, después de tanto tiempo. Suspiro.
La tranquilidad me duró poco, una avenida antes de llegar a casa vuelvo a ver a esos tipos.
-Hechan a perder mi día. - refuto. Se acercan.
-Y esa felicidad seguro es porque ya tienes nuestro dinero listo ¿No es así? - arquea una ceja.
-Si, ya está completo. - sonrieron.
-Que bueno que seas puntual, no me gustaría molestarme contigo y hacer que un día de estos amanezcas tirado en una barranca. - Posa su mano sobre mi hombro.
-En este pueblo chico, no hay barrancas. - tiro mi cuerpo hacía atrás.
-Muy bien, dame el dinero. - extiende la mano.
-Esperen un momento, tengo que sacarlo de mi casa. - Los dejo esperando y subo a mi habitación. Ya con el dinero, salgo ofuscado de casa. Me repito una y mil veces "¿Por qué tuve que meterme con estos tipos?"
Sé lo doy de manera brusca.-Muy bien, Erick. Recuerda que ya casi no hay deuda.-cuenta el dinero. - Está completo, vámonos.
Entró a casa, tengo ganas de romper cuanta cosa vea. Trato de tranquilizarme pero no logro conseguir lo, entro a mi habitación, me aseguro de cerrar la puerta ya que en cualquier momento llega mi madre, saco la revista que tengo guardada debajo del colchón. La revista en la cual Joel fue la portada.
Sonrío al ver su dulce carita y acaricio tontamente la portada imaginando acariciar su carita. Me ayuda a tranquilizarme.
Pienso en el pasado, en aquel momento en el que heché a perder mi vida. Pienso en la mentira y en la forma en la que engañé a Joel. Lo que le dije no era cierto, las cosas no fueron así.
Aquella mañana salí ofuscado de casa, estaba harto de mi vida. Hace un año y medio la discusión que sostuve con mamá fue tan fuerte al punto que me tiró el cucharón de sopa en la nariz. Salí sangrando de casa pero poco me importó, fui a la "guarida" que compartía con algunos amigos del vecindario, aquellos a los que los llamaban "buenos para nada"
-¿Que pasó, bro? - dijo uno de ellos.
-Estoy cansado de mi familia, todo lo que quiero es desaparecer.
-¡Ay hermano! Te estresa porque quieres. - extiende su mano. - Vamos, pruebala. - insiste con el paquetitos de cocaina.
-No bro, tú sabes que a esas cosas yo no le entro. - el vuelve a insistir. - De ese modo volaras, te iras de este mundo, al menos por unos minutos.- eso sonó tentador. - volvió a extender su mano. En ese momento, acepté.
Me arrepentí cuando el efecto pasó, yo nunca imaginé que consumiria algo así.
Volví en mi pero cuando la frustración se apodaraba de mi volvía a consumirla. Mis amistades no eran las mejores pero me sentía en casa ya que me sentía comprendido.
Empezamos a comprar y con ello vino venderlo, los colegios eran un buen punto de venta, mi amigo me distribuía y yo lo llevaba en el uniforme escolar.