Antes de Joel. // Joerick

Día de la tragedia.

Estaba listo para salir con Fernanda y Luis más temprano de lo que esperaba. Madeleine, por su parte, se encontraba poniéndose sus zapatillas cuando llegó Israel por ella.

- ¿Ya está lista? - pregunta apenas le abro la puerta. Yo solo asiento.

- Hola Madeleine... Te ves bellísima. - se sonroja.

- Gracias, tú te ves muy guapo... Me gusta como te quedan las camisas y más si son colores claros. - ella se sonroja.

- ¿Y a mi no me dices un piropo? Mira que también me veo guapo. - digo metiéndome en la conversación.

- ¡Cállate Narcisista! ¿Por qué no se lo preguntas a Fernanda? - preguntó riendo. En ese momento suena el timbre. - Y hablando de ella...

Fernanda ingresa con su hermano muy desconcertados por la presencia de Israel.

- ¿No tenías una cita? - pregunta Fernanda.

- Si... Yo soy su cita. - Madeleine no deja que Israel responda.

- ¡Wow! Amigo nunca dijiste que era una señorita tan linda. - A Israel le incómoda mucho el comentario de Luis pero se controla.

- ¿Nos vamos? - dice Madeleine tomándolo de la mano para controlarlo. - Te veo más tarde Erick... Cuando vuelvas espero que hayas cenado porque no pienso cocinar.

- Como usted diga. - respondo sarcástica mente.

Ambos salen de casa cerrando la puerta de esta.

- Voy por mis llaves. - digo acercándome al comedor ya que las había dejado sobre la mesa.

- Erick, No sabía que tenías una hermana muy linda... Si hubiera sabido antes sobre su existencia ella no estaría saliendo con Israel. - comenta Luis, está vez el comentario le incómoda a su hermana.

- No es mi hermana, es mi mejor amiga... Estoy feliz por ellos, que mi mejor amigo y mi mejor amiga logren estar juntos es tener una pareja de mejores amigos que me invitarán a salir con ellos. ¿No es eso divertido?

-Pues tu sales con mi hermana y aún así no me llevan con ustedes... ¿Por qué ellos te llevarían a sus citas? - pregunta Luis.

- Fácil, ambos comparten el amor por mi así que no me excluirán de sus planes. - Me río al escuchar lo estúpido que suena mi comentario. - ¿Nos vamos?

Los tres salimos en dirección a la estación de tren, no viajaríamos por mucho tiempo ya que el cine más cercano se encontraba a 20 minutos de mi casa.

Al llegar no demoramos mucho en elegir una película, la de acción nos llamó mucho la atención así que hicimos cola para poder comprar las entradas.

- ¡Esto va a ser emocionante! - dice Fernanda con mucho entusiasmo.

- Ya lo creo. - respondo con el mismo entusiasmo. Mi teléfono empieza a  vibrar. - Disculpa. - digo mirando mi teléfono.

- ¿Que película van a ver? Israel y yo no nos decidimos... Por cierto, voltea estamos cerca a la entrada del cine. - volteo a mirar a mis amigos que se encontraban cerca de la puerta.

- Veremos una de acción... ¿Se animan?

- Listo, estaremos atrás de ti.

Guardo mi teléfono ya que es nuestro turno de comprar las entradas, después, nos dirigimos a comprar pop corn y bebidas gaseosas mientras esperábamos para ingresar a la sala de cine.

Ingresamos y nos sentamos en el centro de la sala aunque no me gustaba la posición, debía mostrarme complacido para no sentarnos en las últimas filas ya que por ahí estarían mis mejores amigos observandonos.

La película se ponía cada vez más buena que era imposible dejar de mirarla, lamentablemente, terminé mis bocadillos antes de tiempo.

- Erick... - susurra Fernanda, quien se encontraba sentada a mi lado. - Ya vuelvo. - ignoro lo que me dice y continuó hipnotizado por las maravillosas explosiones.

Narra Madeleine:

Observé como Fernanda se levantaba de su asiento por lo cual decidí ir tras ella.

- Ya vuelvo... - susurro a Israel acercándome a su oído.

- ¿Que dices? - dice acercándose más quedando a escasos centímetros de mis labios. Ambos nos quedamos inmóviles ante ese acercamiento.

- Ya vuelvo, iré tras Fernanda... No demoraré, si crees que demoró mucho, ve tras de mi, por favor. - digo antes de abandonar la sala.

Empiezo a caminar lentamente mientras le sigo el paso a Fernanda, de un momento a otro se detiene quedándose en medio de una entrada angosta que conduce a los servicios higiénicos. Duda por un momento hasta que se predispone a entrar, voy tras ella quedándome a las afueras de los baños tratando de escuchar algo que me ayude a encontrar la verdad.

- ¿Buscas a alguien? - al escuchar eso reacciono asustada y volteo de inmediato. Un hombre alto y robusto con lentes oscuros estaba atrás de mi.

El hombre sonrió mientras se acerba más y más a mi, yo traté de evitarlo por lo cual intenté correr pero otro hombre me intersectó.

- ¿Qué es lo que quieren? ¡Déjenme en paz!

Uno de ellos se acerca para tomarme de sorpresa pero no se lo permito, me defiendo aunque sé que voy a terminar cediendo ante su fuerza.

-¡Suelten la! - dijo Israel apareciendo en escena.  Pero fue atacado po uno de ellos mientras trataba de rescatarme.

- ¡Israel noooo! - trató de acercarme pero me es inútil, ya que el otro hombre aprovecha en doparme y llevarme con él.

No recuerdo más ya que perdí el conocimiento. Horas después despierto en un lugar que ni siquiera puedo ver ya que tengo los ojos vendados, trato de moverme pero me es imposible por las ataduras de las sogas con las cuales amarraron mis brazos y piernas... ¿Donde estoy?

Fin de la narración.

- Hijo, ¿Tienes el número de sus padres? - mi mamá me pregunta pero no sé qué responderle.

- No mamá, ya no me insistas, por favor... Estoy tan preocupado por ella, no sé qué hago aquí, tengo que salir a buscarla. - grito desesperado.

- ¡Tranquilo! Así no lograrás nada... Llevas horas buscándola y hasta ahora no la haz encontrado.

- Israel, salgamos otra vez... ¡Me estoy volviendo loco! Era mi responsabilidad cuidarla. - empezó a botar todo lo que me rodea.

- Erick, era mi deber ya que estaba conmigo pero no pude hacer nada... ¡Maldición! ¿Por qué no me llevaron a mi?

- Quedate quieto, Israel... Estoy tratando de curarte ese golpe que traes. - se queja mi madre mientras desinfecta la herida.

- No puedo señora, si le pasa algo yo... Yo me muero. - suspira triste.

- ¡No digas esas cosas! Madeleine tiene que estar bien... Es una chica fuerte y para que se queden tranquilos iremos a buscarla después de curarte este golpe.

Ambos a sentimos ansiosos por salir tras un rastro que nos lleve a ella... Madeleine, ¿Donde estás?