Antes de Joel. // Joerick

Dejenme vivir mi vida

Llegué a casa, las luces estaban prendidas así que pude deducir que mis padres estaban en casa.
Pasé de manera violenta mi mano por mi rostro tratando de secar mis lágrimas y me decidí entrar a casa.
No era necesario buscar mis llaves ya que al ver mi silueta al otro lado de la puerta mi madre abrió.
-"¿Erick? ¿Qué haces aquí, hijo? - noté por su expresión que ni siquiera notó mi ausencia. - Yo te imaginaba dormido pero...
-No importa mamá, yo no importo... - Susurré.
-No es eso hijo, tú sabes que..
-Si, lo sé. Llegas tan cansada del trabajo que lo único que quieres hacer al llegar es quitarte esos tacones que esfuerzan tu espalda y descansar. - respondí al entrar.
-¿Cuando será el día en el que cambies tu actitud? Hijo, somos tu familia no tus enemigos.
-Entonces comportence como tal. - tiré la puerta de mi habitación, le puse seguro a la puerta y doblando mis piernas comencé a recordar cada preciado momento con Joel que por estúpido no supe valorar.
El celular vibró en el bolsillo posterior de mi shorts. Israel me llamó, no sabía si contestar o no pero me decidí por hacerlo.
-¿Que fue, bro? - dije esforzándome por hablar relajadamente.
-Eso es lo que quiero saber, bro.... Me dijo mi vecino que viniste a buscarme. - Hubo silencio. Había olvidado la excusa que le había inventado al vecino de los Pimentel.
-¿Que pasa? Volviste a tener problemas con tus padres, ¿Verdad? - Preguntó finalmente.
-Si, es eso... No recuerdo que le dije a tu vecino pero yo te busque porque quería defogarme con alguien y pues eres la única persona en cual confío pero me sorprendió no encontrarte en tu casa.
-¡Cierto! - exclamó. - Me olvidé de decirte que mi hermano viajó hoy... Lo vamos a extrañar mucho, Joel es un gran hermano....me va a hacer falta. - suspiró.
-Joel.... No lo traté mucho pero se veía que era un buen chico. - Mentí. - El mejor. Pensé.
-Pero bueno él ya se fue y tú me ibas a contar lo que pasó.
-¿Lo que pasó?
-Claro, ¿Qué pasó con tus padres? ¿Y esta vez por qué fue la pelea?
-Ahh eso... Por una tontería, ya sabes lo de siempre. Aveces pienso que no somos compatibles, tal vez no soy hijo de ellos por la manera en como son conmigo pero no creo que sea adoptado tampoco.
-¡Ay Erick! Nunca cambies, tus padres te quieren, a su manera pero te quieren.
"Erick, baja a cenar hijo"-Se escuchó la voz de mi madre.
-¿No le contestaras? - preguntó.
-No tengo hambre. - le respondí.
-Pero al menos dice lo. - insistió.
-"No tengo hambre". - grité. - ¿Contento? - pregunté sarcasticamente.
-Bueno mi amigo, ya que no me vas a contar lo que pasó con tus padres, me voy pero a cenar.
-¿A cenar?
-¡Claro! con eso de que mamá nos dejó por Joel, papá nos llevará a cenar tacos en la avenida.
-Lo había olvidado... Esta bien, te busco mañana.
-Si esta bien, ¡Bye Bro!- colgó.
Los siguientes días no me trataron tan bien, salí a divertirme con cuantas chicas se me cruzarán en frente, tenía los números y una promesa de llamar a Karina, Susan, Luz, Diane, Briana y Lucía. Bebía hasta que mi cabeza estalle y dormir no era un plan que tenias en mente.
Dolor de cabeza otra vez, un número nuevo escrito en mi brazo derecho, nombre de la conquista, Camila.
Salgo de mi habitación, son las doce del mediodía, busco un vaso de agua fría y refrescante en la cocina.
-¿Donde estuviste esta vez? - escucho la voz de mi madre.
-Por ahí. - respondo frío y seco.
-A mi no me vas a responder así, ¿Crees que no me preocupo por que llegas a las cuatro a casa?
-Yo no te pido que lo hagas. - respondo sirviendo me otro vaso de agua.
-Hijo, cambia tu vida... Si sigues así no llegaras lejos y nosotros no estaremos toda la vida.
-¿No estaran? Pero si nunca están, no saben ni lo que pasó con su hijo, ni lo que pasa con él y mucho menos sabrán lo que pasará... Déjenme vivir mi vida. - La dejé sola en la cocina.