Antes de Joel. // Joerick

Llamada inesperada.

A la mañana siguiente tocan la puerta de mi habitación, trato de ignorarlo y me abrigo de pies a cabeza con las sábanas.
-Levántate, flojito. - Me asusté al escuchar su voz.
-¿Que haces aquí? - estaba sentada a mi lado con una bandeja que contenía un desayuno.
-Tu mamá me pidió que viniera a verte... Desde hoy seré tu enfermera. - me quedé sin palabras. - ¿No te gustó mi sorpresa?
-No es eso, solo que yo no te dejé entrar y hasta cierto punto sentí que invadiste mi espacio... - desvió su mirada hacia la bandeja. - TE tomaría la mano pero... No puedo moverme. Escucha, me encantó el gesto que tienes hacía mi, y el hecho de que faltaras a la escuela por venir a cuidarme... Gracias. - le sonrío, el gesto es mutuo. Pero continúa callada. - ¿Tú lo preparaste?
-Si, espero te guste.
-¡Huele delicioso! Apuesto a que sabe muy bien.
-¿Cómo te sientes hoy? - pregunta preocupada.
-Voy a ser sincero... ¡Adolorido! Disculpa si te traté mal, es solo que el dolor no me deja descansar... De todos modos, eso no me daba el derecho de comportarme como un patán contigo.
-Eso ya no importa, veamos una película y así nos entretenemls juntos. ¿Te parece? - asiento.

Fernanda busca una buena película en la televisión mientras yo me propongo a revisar mi teléfono ya que vibra repentinamente.

-"Hola" - mensaje que llega desde el chat de "Diana". Continúa escribiendo, lo cual me aterra ya que Fer está sentada a mi costado y notó cuando el mensaje llegó.
-Hola Diana, ¿Cómo estás? - espero entienda que estoy con otra persona en este momento. De pronto deja de escribir y a los pocos segundos llega el mensaje.
-¿Erick? ¿No deberías estar en la escuela a estas horas?
-Tuve un accidente ayer pero ahora estoy en casa guardando reposo, mi amiga está conmigo aquí, va a cuidarme... O al menos eso dice. - mando emoticones riendo al lado de él mensaje.
-Entiendo, te hablo en otro momento... Mejorate, amigo. - dejó de escribir. Sentí que mi alma volvió al cuerpo apenas leí ese mensaje.

-¿Tu amiga Diana se acaba de enterar de que sufriste ese accidente? - la curiosidad la consume.
-Si, no suelo hablar con ella y me escribe solo cuando está aburrida.
-Entonces te ha escrito antes. ¿Verdad?
-¿Lo preguntas porque el chat está vacío? - Asiente. - Pues elimino mensajes, con ella más que todo... Resulta que tiene una relación tóxica y su enamorado es un celoso hasta los huesos... Imagínate que me tiene agendado como "Erick, amigo de la escuela", todo para que él no la cele... ¡Ay! Le he dicho que lo deje pero no quiere escuchar razones, por eso, si algún día su enamorado me busca no encontrará conversaciones. - se ríe de mi invento. - ¡No te rías! ¡Es verdad! Aunque suene descabellado, es la verdad.
-Esta bien, ¡Te creo! Ahora, veamos la película, por favor. - sube el volumen al televisor.

Dos horas después, Fernanda apagó la televisión.
-¡Esa fue una gran película!
-Si, no sabía que te gustaba las películas de terror. - expresó sorprendido.
-¡Me encantan! No sé si es algo nuevo ya que la mayoría de chicas prefieren las películas románticas... No son mi tipo. - sonríe. - ¿Que te parece si nos tomamos una foto juntos?
-Si, claro, aunque voy a salir con mis yesos.
-Eso no importa, me gustaría subir una foto contigo a mis redes sociales. - se acomoda a mi lado para tomar una buena foto. - ¡Sonríe!

Mi teléfono empieza a sonar.
-Te están llamando, contesta. - Me alcanza mi teléfono que había dejado sobre mi mesa de noche.
-Es un número desconocido. - contesto.
 
-¿Hola? - parece que no hay nadie al otro lado del teléfono.
-¿Cómo estás, Erick? Al parecer el accidente no pasó a mayores.
-¿Quién habla?
-¿Te gustó la sorpresa que te di? - me quedó en silencio. - ¿No me reconoces? ¿No te acuerdas que te dije que el jefe aún no quería dejarte en paz?
-¿Cómo conseguiste mi número?
-Veo que ya me reconociste... Como lo conseguí es lo de menos.
-¿Por qué no me dejan en paz? - me angustio.
-La verdad, yo tampoco lo sé, pero es divertido verte sufrir... Ya te dije, la persona que está en contacto con el jefe quiere verte destruido. - colgó.

-¿Quién te llamó? - me quedo en silencio. - ¡Responde, Erick! ¿Por qué tanto misterio?
-No es nadie, solo son esas personas que llaman para ofrecerte promociones para el teléfono... ¡Que estresante!
-Suelen ser incómodas esas llamadas. - posa su mano sobre mi cabeza. - ¿Te parece si jugamos un poco con los videojuegos que tienes acá?
-Si, claro. - Aunque tenía ganas de decirle que se fuera y me dejara solo, decidí no hacerlo... Aún se me hace sospechosa su actitud, y es mejor tenerla cerca que tenerla lejos... Al menos por ahora, no me gusta dudar de ella así que tengo que salir de toda duda.