Inicio escolar

90 10 0
                                    

No me sigo lamentando por lo que sucedió ya que no puedo cambiar mi pasado pero si mi futuro, vuelvo a sonreír al recordar que tendré noticias de mi amado Joel. Recuerdo tener metas, metas que me planteé al conocerlo a él.
-Tengo que esforzarme mucho más  que antes si quiero terminar bien este año escolar. - Me digo mientras guardo mis lapiceros en la mochila.-Mañana tendré un buen inicio de clases, y lo haré por ti, Joel.
En mis sueños lo vuelvo a ver, me sonríe."Volveré por ti" - lo repite.
-Aquí te espero. - susurro.
Me levanto, la alarma suena a las 6:30 am. Tomo un baño y salgo de casa.
En la esquina, me encuentro a Isra y nos dirigimos a la escuela juntos.
-En estos momentos se siente más la ausencia de mamá. - dice suspirando.
-Y la de tu hermano. - solo lo pienso.
-Mamá solía traernos todos los días al colegio y miranos ahora, yo traigo al enano.
-Deja de decirme así. - Gabriel se enoja.
Nuestro salón se encuentra en el primer piso, fuimos a dejar nuestras cosas y volvimos al patio para la bienvenida escolar.
Escuchar una charla larga y aburrida de las metas que se esperan cumplir este año, metas como ganar el concurso de lectura o el concurso de matemáticas, escuchar los consejos del Consejo estudiantil y algunas normas de la institución son mucho minutos desperdiciados que no recuperaré.
50 minutos después, retornamos a los salones de clase. Al entrar nos sorprendimos al ver nuestras mochilas en una esquina, Isra preguntó qué había pasado y la nueva profesora de historia dijo que por órdenes del director los profesores nos ubicarian en nuestros nuevos asientos.
La decisión fue tomada en base a un sorteo, mi nuevo lugar fue al lado de la ventana, a mi lado no había nadie, yo me sentaba en la última fila del aula, solo ya que sobraban los dos asientos al costado.
Tocaron la puerta, era el director.
-Veo que ya los ubicó, maestra.
-Si, ya todos están ubicados.
-Sobraron dos asientos, eso es bueno... Entren. - un chico alto de ojos oscuros como la noche y cabello ruloso entró al lado de una chica muy guapa de ojos café, de cabello crespo y largo, tenían rasgos parecidos.
-Los hermanos Paz, presentence. - ordena el director.
El chico alto se llama Luis y su hermana Fernanda, ambos se sientan en los dos asientos que sobraban.
-Hola, soy Fernanda. - notó que me habla a mi.
-Hola, mi nombre es Erick. - sonrió, miro hacia delante y me percato que Isra arquea las cejas. - Si supiera que el que me gusta es tu hermano. - pienso.
Suena la campana, las clases acabaron. La chica de ojos café se me acerca. - ¿Vives lejos de aquí? - pregunta interesada, Isra quién se acercaba, se detuvo al ver el acto.
-No muy lejos. - digo sin mirarla, terminó de guardar mis cosas.
-Me preguntaba si podíamos irnos juntos. - continúa.
-Lo siento, yo me voy con mi ami... - Me detengo al verlo hablando con el chico nuevo, desde donde se quedó me levanta la mano y se despide de ese modo.
-Entonces... ¿Nos vamos? - sonríe coquetamente.
Empiezo a caminar, ella me sigue.
-¿Tienes hermanos? - comienza con el interrogatorio mientras me sigue el paso.
-Si. - respondo sin decir más.
-También yo. - continúa.
-Lo noté. - miro el reloj.
-Cierto. - se sonroja. - ¿Sabes...? No sé que decirte, soy nueva y solo quiero hacer amigos pero parece que estas apurado, no dejas de ver el reloj y... - La interrumpo. - Lo siento mucho, no quise darte esa impresión, he estado actuando raro. Comencemos de nuevo.
La sensación dejó de ser rara y se convirtió en dolorosa, caminar por esas calles e ir acompañado de alguien me hizo recordar aquellas hermosas tardes en las que caminé al lado de él pero sobre todo, aquella tarde en la que empezó a confiar en mi y por estúpido perdí su confianza. Aquella vez en la que vió mis brazos marcados, fue uno de los peores días.
Pienso en que hubiera pasado si después de aquella tarde yo no me hubiera alejado y me hubiera dejado ayudar, pero no. El hubiera no existe.
-¿Erick? ¿Estas bien? - Me toca el hombro.
-Si, lo estoy.
-Entonces, ¿Por qué lloras? - me asombro, e inmediatamente toco mis mejillas, siento las lágrimas caer.
-No es nada, recordé algo muy bonito. ¿Seguimos caminando?- sonrio

Antes de Joel. // JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora