El enemigo

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-Entra Fernanda. - dije mientras le abría la puerta de mi habitación.
-Gracias... - se queda mirándome fijamente mientras yo devío mi mirada. - ¿Estuviste llorando?
- No, sudo por los ojos. - esbozo una sonrisa.
-¡Ja - ja muy gracioso! Ni enfermo dejas de decir sonseras. - se sentó en mi cama.
- No aguantaba el dolor de cabeza, es por eso que lloré un poco. - dije mientras me acomodaba a su lado. - Dime, ¿Que te trae por aquí?
-¿Que más tontito? Vine a visitar a mi enamorado. - sonrió.
-Estoy bien. - dije sin mirarla.
-No te creo, tienes tus ojos tristes. Como si una pena te embargara.
-¿No me crees? ¿Crees conocerme bien? No tenemos mucho tiempo de conocernos como para afirmar que me conoces bien.
-Disculpa, no quiero incomodarte... - deja de mirarme.
-Disculpame tú a mi, no debo de ser grosero contigo y mucho menos desquitar mi rabia contigo.
-¿Rabia? ¿Que fue lo que pasó? - me quedo callado. - ¡Vamos! Sabes que puedes confiar en mi, te dije que te voy a apoyar. - posa su mano sobre la mía.
-Tienes razón, te contaré lo que pasó.
-¿Tiene que ver con Joel? ¿Le pasó algo? - pregunta angustiada.
-No, felizmente no. Pero eso temía ya que Christopher no me ha llamado.
-¿Para nada? - se asombra. - Eso es muy raro.
-Para nada, sabes que estoy pendiente del teléfono por si llama.
-Buen punto, entonces... ¿Lo llamaste?
-Si pero no quiso contestar y cuando lo hizo...
-¿Te contestó? - me interrumpió.
-Si, pero me contestó para decirme que no vuelva a llamar, que los dejara en paz.
-Que situación tan complicada... ¿Que habrá pasado?
-No lo sé, aún me pregunto el motivo de su reacción. ¿Joel nos habrá descubierto? Si es así, Joel estaría molesto con Chris.
-Puede ser, tranquilizate, ya hallarás el modo para saber de él.
-No lo sé, Christopher no me dejó hablar.
-¿Sólo es eso lo que te tiene así?
-Si, solo es eso. En realidad me dolía mucho la cabeza y con lo que pasó hace poco peor.

Repentinamente, mi teléfono emitió unos sonidos. Me habían llegado mensajes.
-Dame un minuto. - Me levanté de la cama dejándola sentada en ella.

"No le digas a nadie quién soy, erick soy Christopher... Nos están espiando. Ya no es seguro que nos comuniquemos por mi número.
Conseguí este nuevo número solo para mantenerte informado, no quería continuar informándote porque corremos peligro pero con lo que me dijiste me hiciste pensar en que no puedo apartarte de Joel sin decirte el motivo. Mantén nuestro secreto a salvo, todos estamos en riesgo, eso te incluye... No me agendes con mi nombre y recuerda, mantente atento... Cualquier persona allegada a ti puede ser el enemigo.
Elimina este mensaje al terminar de leerlo y confirmaré que estamos seguros, cuidate".

Me quedé aterrado... ¿Joel está en peligro?
-¿Pasó algo? ¿Por qué demoras tanto? - se aproximaba a mi.
-No es nada, era mi mamá diciéndome que mi papá ha tenido algunos problemas en el trabajo y puede perder un negocio importante y que cuando llegue no lo haga sentir estresado ya que puede enfermar.
-¿Por eso reaccionas te así? - se asombra.
-Si, aunque no lo demuestre, me aterra que les pase algo a mis padres. Hoy a sido un pésimo día.
-Pensé que Christopher te había escrito.-Lo que dijo Chris fue algo muy grave y si le digo a alguien puedo poner en riesgo al amor de mi vida.
-Ojalá hubiera sido él pero no, luego de que me colgó no volvió ya contestarme, me bloqueó.
-Quisiera ayudarte pero no sé cómo, por favor, dime si te vuelve a contestar o escribir.
-¿Por qué, Fernanda?
-Pues... Porque quiero ayudarte y lo sabes, daría lo que fuera porque tú fueras feliz.
-Hablar contigo me hizo bien, gracias por estar cuando te necesito... Ahora, necesito dormir un rato.
-¡Claro! Me alegra estar para ti cuando me necesitas.
-Gracias por tu visita! - le dí un beso en la mejilla y la acompañé hacia la puerta.

Solo en casa, agendé el número como "Diana".

"Gracias Diana, espero tu mensaje. Escríbeme cuando puedas."

-¡Ay Erick! No me creas tan tonta, algo ocultas y yo lo voy a descubrir.- mientras caminaba de camino a casa Fernanda sonreía mientras pensaba en la maldad que había hecho. - Tengo que evitar a toda costa que se comuniquen.

Tomó uno de los teléfonos que guardaba en su cartera y empezó a escribir un mensaje poco usual.

"Más te vale que no sigas comunicándote con Erick, yo lo sé todo y si lo haces me voy a enterar."

Antes de Joel. // JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora