¿Quién eres tú?

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- ¡Erick ya calmate! No puedes seguir así. - súplica mi madre.

- ¡Maldición! No la encontramos por ninguna parte.

- Es como si se la hubiera tragado la tierra. - Israel rompe en llanto. - No supe defenderla. - golpea su mano contra la pared.

No soporto esta angustia, necesitamos encontrarla pero... ¿Cómo? Ambos estábamos aguantando la hipocresía de Fernanda, quien se encontraba al lado de mi madre, preocupada por ella y apoyando en la búsqueda de Madeleine. Ganas de torturar la hasta que dijera donde se la llevaron no nos falta pero si dábamos un paso en falso tal vez no volveríamos a ver a Madeleine.

- Tranquilo, amor... Madeleine va a aparecer. - dice mientras me abraza.

- Gracias por estar a mi lado ahora que te necesito tanto... Estoy tan agradecido contigo por apoyar en la búsqueda. - digo mientras poso mi mano sobre su cabellera.

- No tienes porque agradecerme, sé lo que Madeleine significa para ti... Quisiera quedarme pero ya es muy tarde y ambos necesitamos regresar a casa. - dice mirando de reojo a su hermano que se encontraba sentado en uno de los muebles.

- Espero puedan encontrarla, mañana volveremos para apoyarlos con la búsqueda. - dice apretando mi mano.

- Gracias... - susurro.

Mamá insiste en que vaya a dormir pero me niego. Quiero volver a recorrer las calles pero me lo impide.
Israel me acompaña a mi habitación y llama a su madre para avisar que dormirá en mi casa, aunque dijo que dormiría ninguno de los podíamos conciliar el sueño.

Narra Madeleine:

Siento frío, mucha sed y un gran dolor en mis muñecas por las ataduras de las sogas que me mantienen postrada en esta silla, sé que me están observando mas no se animan a decir ni una sola palabra.

Pasé la noche en vela, pensando en que me esperaría, pensando en que harían conmigo, pensando en las posibilidades que tenía de salir viva de esto.

- ¡Tengo seeeeeed! - grito esperando una respuesta mas no logro obtener atención. - Por favor, necesito beber agua. - insisto.

En ese momento escucho el eco producido al cerrar la entrada del lugar.

- ¡Ahhh, callen la! - grita una mujer cuya voz logró reconocer de inmediato pero evito reaccionar para que me den lo que les pido.

-¡Agua! - exclamo susurrando.

- ¿Que esperan? Denle agua o no escuchan idiotas. - la voz de un hombre se escucha en toda la habitación.

Siento la presencia de una tercera persona que se acerca para darme de beber de una botella de agua.

- ¿Cómo se te ocurre traerla aquí? - trata de susurrar el hombre pero no puede evitar los ecos que se producen en la habitación.

- ¿Que esperabas que hiciera? - grita molesta ella.

-Sé que estas aquí. - digo cuando el hombre se aleja de mí. La habitación se queda en silencio por unos segundos. - Vamos Fernanda, ¿Creías que no reconocería de estresante voz? - trato de provocarla teniendo éxito.

Siento una bofetada que me estremece. - Sabía que eras tú. - digo con una sonrisa sarcástica volviendo a recibir un golpe.

- ¡Cálmate! - grita el acompañante.

- ¡No me digas que hacer! Esta tipa me tiene harta con sus estupideces.

-Yo te digo que hacer porque el que manda aquí soy yo. - grita él. En ese momento mi atención se enfoca en él, esta es la persona que hemos estado buscando, la persona responsable de las atrocidades que le han ocurrido a Erick.

- ¿Quién eres tú? - pregunto. - ¿Por qué ayudas a esta loca?

- No la llames así... Amarrenle la boca para que no siga hablando. - chasquea sus dedos.

- ¡No, por favor! - grito pero se me hace difícil continuar.

- Adiós reinita, iré a ayudar a mi Erick a buscarte. - empieza a reírse a carcajadas.

Me lleno de rabia e impotencia por no poder golpearla como tanto deseo.

- Vigilen la... Si se les escapa considerence hombres muertos.

- Si. - responden a unísono.

Necesito buscar la manera de salir de aquí pero no antes de saber quién es la persona que entró con ella. Erick, no dejes que te engañe...

Fin de la narración.

- Erick, disculpa la demora. - empieza a decir Fernanda agitada.

-No te preocupes, Fer... Lo importante es que llegaste. - digo abrazándola.

- Y bien...¿Por donde empezamos?

- Vamos a buscar por todos lados, primero a los alrededores de la casa. - empiezo a decir mientras nos dirigimos por diferentes caminos.

Llamé a Israel y él dejó de caminar hacia donde se dirigía, ambos empezamos a seguir a Fernanda. Pero ella no se dirigía a ningún lugar sospechoso.

¡Hola! Disculpen si el capitulo es muy corto, no he tenido tiempo de escribir pero el próximo será más largo :)

Antes de Joel. // JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora