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Urie Kuki ◈ Tokyo Ghoul:re

«Malentendidos y celos»

Un joven investigador se hallaba en el pequeño pero acogedor apartamento de su pareja. Habían organizado tener una deliciosa cena, juntos, luego de que ambos terminaran sus labores en el trabajo. Urie se encontraba sentado sobre el sofá mientras observaba con detenimiento a su novia que iba de aquí para alla, ordenando un poco algunas cosas que no debían estar donde estaban. Sumido en sus pensamientos centrados en el día de trabajo junto con su equipo y también admirando a la mujer frente a él, agradeciendo su compañía y paciencia.

Un peculiar sonido interrumpió sus reflexiones, era el tono del móvil de dicha jovencita; tal parecía que alguien la llamaba. Curioso, siguió con su mirada los movimientos de ________, poniendo atención a sus palabras para adivinar de quien se trataba.

—Sí, claro —respondió la chica—. Me haré cargo de eso, no te preocupes, Kuroiwa.

«¿Kuroiwa? ¿Qué quiere con _______?»

Envuelto en preguntas, la molestia y la curiosidad lo consumían poco a poco. Su expresión relajada había cambiado tras fruncir su ceño, dejando en evidencia su enojo e incomodidad. Suficiente tenía en el trabajo, no soportaba la idea de que Takeomi también se convirtiese en su rival que quisiera quitarle a su chica. Tal vez estaba algo perseguido, pero aquel hombre no iba a ganarse su agrado tan fácilmente.

El llamado finalizó, no tomó mucho más de cinco minutos; un detalle que alivió al novio de ________. La jovencita había dejado su teléfono sobre la mesa, tomando asiento a un lado de Urie mientras le extendía una taza de té. Ninguno decía nada, la mujer sospechaba sobre los posibles celos en su pareja, por lo que decidió aclarar el malentendido, acompañado de una sonrisa dulce presente en su rostro.

—Solo quería saber algo sobre el trabajo —habló ________, riendo—. Cambia esa cara.

Sus palabras fueron delicadas y, de una extraña manera, totalmente aliviantes para el investigador. Dejó su molestia de lado, ignorando todo sentimiento de inseguridad, cediendo a dar un sorbo de su bebida mientras su novia se recostaba cariñosamente sobre su hombro.

—¿Cómo fue tu día? —preguntó Urie, cambiando el tema, creyendo que así todo disgusto se esfumaría.

—En el trabajo, normal —respondió ________ suspirando—. Por la tarde fui a beber un café con Haise.

«¿Haise? ¿Por qué diablos lo llama por su nombre? ¿Acaso tienen tanta confianza?»

«¿Fueron a un café? ¿Eso qué demonios significa?»

Y una vez más, su rostro había cambiado. Los celos se apoderaban de él una vez más, y era aún peor saber que se trataban de las personas que menos le agradaban. Ese sentimiento de enojo comenzaba a extenderse en su interior, pensando cada vez más en las intenciones que tenían los demás con su novia.

Su cuerpo se había tensado, y _______ lo había notado. No dudó ni un segundo en separarse de su pareja para mirarlo fijamente a los ojos. Adivinando rápidamente que sus cambios repentinos se trataban de celos. No siempre era así, solo cuando se trataba de ellos dos en particular, Kuroiwa y Sasaki. Lo comprendía, ella se sentía igual con respecto a Mutsuki luego de enterarse de que era mujer.

—No estés celoso, ellos no me interesan —dijo la joven colocando una de sus manos sobre la mejilla del chico—. Además, Sasaki me pidió que lo acompañara solo porque quería ver una vez más a cierta camarera del lugar.

—Confío en ti, pero no en ellos —confesó Urie, de manera seria—. Lo siento.

—Intenten lo que intenten, yo siempre te amaré a ti, Kuki.

Con esas palabras, se acercó lentamente a su rostro para besar sus labios con amor. Un acto que demostraba sus sentimientos hacia él, sentimientos que no cambiarían y no serían reemplazados por nadie más. Ambos se amaban, solo tendrían que trabajar en superar los celos; pero ese era uno de los muchos obstáculos que debían superar como la pareja que eran. Obstáculos que estaban decididos a vencer juntos, para seguir amándose mientras sus corazones se lo permitan.